El secretario general del Partido Popular, Fernando Goñi Merino, es el nuevo presidente de la Junta General del Principado. Con el apoyo de los diez miembros de su grupo y de los quince diputados socialistas, que sin «pactos» ni «contraprestaciones» decidieron dar la presidencia a los populares como «mal menor» frente a Foro Asturias, Goñi se convirtió, a las doce y media de la mañana de ayer y por mayoría absoluta, en el noveno presidente del Parlamento asturiano en democracia.

Del acuerdo entre populares y socialistas -considerado por FAC como un capítulo más del pacto entre socialistas y populares para repartirse las instituciones-, el PSOE no se fue con las manos vacías. Los socialistas se hicieron con la vicepresidencia primera de la Mesa, que estará a cargo de Vicente Herranz, y con la secretaría primera, cargo que desempeñará Clara Costales. Los casquistas, que perdieron las tres votaciones efectuadas ayer, tuvieron que conformarse con la vicepresidencia y la secretaría segundas, para Pelayo Roces y Cristina Coto de la Mata, respectivamente, ambos ex diputados populares. Por primera vez en la historia de la Junta Izquierda Unida, la otra derrotada, quedó fuera de la Mesa que controla el Parlamento.

La jornada con la que el Principado abrió su VIII Legislatura amaneció con la resaca de una larga noche de negociaciones. Tras la ruptura entre el PP y Foro, reunidos en la Junta hasta las once y cuarto de la noche del martes, populares y socialistas se pasaron la noche al teléfono. Alguno, como confesó en los pasillos del Parlamento, durmió más bien poco. Los unía el interés común para que, ante un aparente Ejecutivo en minoría liderado por Cascos, el grupo de Foro no tuviese también el control de la Cámara, encargada de vigilar la acción del Gobierno. Tras dos desencuentros, el sábado en la constitución de las corporaciones municipales y ayer en el Pleno, populares y casquistas aún tienen pendiente un posible pacto de legislatura que dé estabilidad al Ejecutivo.

Según reconocieron fuentes de ambos partidos, Fernando Lastra (PSOE) y Joaquín Aréstegui (PP), pareja de hecho negociadora en asuntos como el de la frustrada reforma del Estatuto de Autonomía, fueron los encargados de allanar el camino de los populares hacia la presidencia de la Junta mediante un acuerdo que, según Lastra, «no volverá a ocurrir». «Ante la obligación de elegir, tuvimos que optar», añade.

Según explicó Lastra, el Grupo Popular no estaba dispuesto a permitir «ni por activa (mediante su voto) ni por pasiva» (con su abstención) un presidente del PSOE. Ante la imposibilidad numérica de que el candidato socialista fuese el elegido, sobre las nueve y media de la mañana la táctica parlamentaria quedaba sellada, con una conversación telefónica entre el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y candidato a la Presidencia regional, Javier Fernández, y el presidente de los populares asturianos, Ovidio Sánchez. La elegida en un primer momento para presidir la Junta era la aspirante del PP al Gobierno, Isabel Pérez-Espinosa. Pero durante la mañana los populares decidieron cambiar de candidato. Espinosa debía ser protagonista de los debates, la portavoz de los populares en la Junta, y no una autoridad sin capacidad para presionar desde la oposición. Fernando Goñi, defendido por Ovidio Sánchez y una de las «bestias negras» de Francisco Álvarez-Cascos, era el nombre definitivo.

Escoltado por su «número dos» en el partido, María Teresa Alonso, y por Pelayo Roces, uno de sus hombres de confianza, el líder de Foro Asturias siguió la sesión desde el centro del Hemiciclo. Por ser el grupo con más diputados, FAC pudo elegir sus asientos en la Cámara, y fueron los del centro, justo frente a la Presidencia. Cascos volvía así a la Junta casi veinticinco años después de su renuncia al cargo de diputado para concurrir como candidato por Asturias a las elecciones generales de 1986.

Con los 45 diputados ubicados en sus puestos, la composición de la Mesa de edad marcó el inicio del acto de constitución del Parlamento. Gervasio Acevedo (FAC), el diputado de más edad, presidió la sesión con Adriana Lastra (PSOE) y Juan Sancho Michell (FAC), los más jóvenes, en el papel de secretarios. Tras la lectura del decreto de convocatoria, firmado por el presidente cesante, Vicente Álvarez Areces, y del listado -por orden alfabético- de los diputados electos, comenzó la votación del presidente. El resultado de esa primera elección lo había anunciado ya, minutos antes, el portavoz del Grupo Socialista, Fernando Lastra. Con el apoyo del PSOE, el abogado Fernando Goñi (Gijón, 1966), secretario general del PP asturiano, sería el nuevo presidente de la Junta.

Tras el recuento de las papeletas depositadas en la urna, Goñi obtuvo la mayoría absoluta con veinticinco votos (diez del PP y quince del PSOE, que no presentó candidato), frente a los dieciséis sufragios, todos los de su grupo, del candidato de Foro, Enrique Álvarez Sostres. El nombre de Jesús Iglesias, aspirante a la presidencia por IU, apareció sólo en cuatro papeletas. Un ligero apretón de manos con Joaquín Aréstegui y un beso en la mejilla de Pérez-Espinosa fueron los únicos signos de celebración de los populares, que volvían a ocupar el puesto de honor de la Mesa después de doce años.