Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

La sidra asturiana espalma bien en «The Washington Post», uno de los principales diarios de Estados Unidos y, por extensión, de todo el mundo. Jason Wilson, crítico gastronómico especializado en bebidas espirituosas, acaba de publicar un artículo en este periódico en el que no sólo alaba la calidad y la tradición en torno a la sidra que se elabora en el Principado, incluyendo el escanciado, sino que también recomienda a sus lectores que la prueben este verano, y emplaza a los llagareros a que sigan el ejemplo de la gijonesa Sidra Trabanco y exporten más a Norteamérica. «Es necesario», subraya este experto.

Los artículos de Wilson en «The Washington Post» han sido reconocidos en dos ocasiones como la «mejor columna gastronómica» por la Asociación de Periodistas Gastronómicos. Colaborador en publicaciones tales como «National Geographic Traveler», «Travel + Leisure» o «Washington Post's Sunday», el experto norteamericano escribió sobre la bebida asturiana tras una visita a Gijón, donde, según apunta, «la sidra es religión» y «algo tan importante como el vino en otras regiones españolas». Durante su estancia , Wilson tuvo tiempo de probar «muchas variedades», lo que le permitió concluir: «La sidra asturiana es sumamente seca, agradable en la nariz y con acidez final». Se trata, destaca, de un producto «diferente» a la mayoría de las sidras que se venden en EE UU, casi todas ellas pertenecientes a grandes grupos productores británicos.

Tras visitar las instalaciones de Trabanco en Lavandera (Gijón) y un buen número de sidrerías, el crítico de «The Washington Post» ensalza una bebida «refrescante, baja en calorías» y con el atractivo del escanciado, en el que confiesa haber hecho sus primeros pinitos. «En Gijón se pide la sidra por litros en sidrerías o casas de sidra. Entonces, con asombrosa habilidad, los camareros harán salir la sidra en una corriente larga, sosteniendo la botella alta sobre sus cabezas y esparciendo un poquito abajo, en un vaso de cristal sostenido al nivel de la cintura», reseña el norteamericano en su escrito.

Samuel Trabanco asegura que el hecho de que «un diario de tanto prestigio ensalce las cualidades de nuestra sidra, y anime incluso a los lectores a probarla, es un importante impulso para el reconocimiento en Estados Unidos no sólo de nuestro producto, sino también de todo el sector». Sobre el mercado norteamericano y las posibilidades que ofrece, el llagareru asegura que «nosotros exportamos a distintas zonas de EE UU, y el consumidor responde bien. Hemos aumentado notablemente tanto el volumen de las exportaciones como las zonas en las que estamos presentes».

«La sidra asturiana es refrescante, baja en calorías, sumamente seca, agradable en la nariz y con acidez final» «En Gijón la sidra es religión, y algo tan importante como el vino en otras regiones españolas»

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«The Washington Post»