Oviedo, L. Á. V.

PSOE y PP tratan de atraerse con guiños varios al colectivo de indignados, que reclama una mayor representación de los partidos minoritarios. Sin embargo, los dos grandes partidos ponen dificultades a la chita callando a los partidos extraparlamentarios. Una reforma que entró en vigor en enero de este año obliga a estas formaciones políticas a recabar las firmas del 0,1 por ciento del censo electoral para poder concurrir a las elecciones. Deberán realizar este engorroso trámite todos los partidos que no obtuvieron representación en el Congreso o no existían con motivo de las elecciones generales de 2008, a partir de la convocatoria oficial de las elecciones, el 27 de septiembre, y en el plazo de veinte días.

En el caso de Asturias, ese porcentaje supone reunir un total de 990 firmas, una cantidad importante que buena parte de los partidos extraparlamentarios tendrá grandes dificultades para reunir (URAS-PAS, Bloque-UNA, IDEAS, etcétera). Entre los que deben recoger firmas se encuentra el partido de Álvarez-Cascos, que no existía en 2008 y al que no le vale haber obtenido 16 escaños en las elecciones autonómicas. Dado el volumen de militancia, Foro no es de los que tengan dificultades para recoger las firmas.

Tan sólo 10 de los 98 partidos que concurrieron a las últimas generales están exentos de la obligación de reunir las firmas. Se trata de PSOE, PP, IU, CiU, PNV, ERC, BNG, Coalición Canaria, UPyD y Nafarroa Bai, formaciones estas dos últimas que obtuvieron un escaño cada una.

Algunas fuerzas minoritarias ya denunciaron ayer que la reforma supone una maniobra de los grandes partidos para pescar en el caladero de votos de los minoritarios. En Asturias, en las últimas elecciones generales, los 25 partidos extraparlamentarios obtuvieron un total de 10.947 votos, lo que supone un 1,6 por ciento del total.

En las últimas autonómicas, el voto a las formaciones sin representación fue aún mayor, sobre todo debido a la concurrencia de partidos como URAS-PAS, Izquierda Asturiana o Andecha Astur. En total, estos partidos arrastraron un total de 45.596 sufragios, lo que supone un nada despreciable 7,63 por ciento del total. Buena parte del voto minoritario corresponde a partidos del espectro de la izquierda, por lo que una hipotética imposibilidad de concurrir a las elecciones beneficiaría teóricamente a partidos como IU o PSOE. Una vez reunidas las 990 firmas, el partido de Cascos tendrá que llevarlas a un notario para que éste avale su autenticidad y finalmente registrarlas en la Junta Electoral Central. La ley establece que ninguna de las firmas puede ser compartida con otro partido, lo que invalidaría la lista. Deben recogerse en 20 días.