Oviedo, M. J. I.

El homenaje al veterano de la Guardia Civil recayó ayer en Raimundo Docampo Docampo, nacido en Lugo pero asturiano de adopción. A sus 95 años, lleva desde 1974 jubilado, Docampo volvió a sentir ayer la emoción de participar en un acto tan emotivo como la Pilarica.

No fue un homenaje cualquiera, porque el agente Docampo recogió su galardón flanqueado por su hijo, José Vicente Docampo Álvarez, guardia civil en la reserva, y su nieto Pablo Docampo Rodríguez, unos de los dos jóvenes de la familia que continúan la vocación que se remonta al bisabuelo, a la vez hijo de un miembro del antiguo cuerpo de Carabineros.

El abuelo Docampo ingresó en la Guardia Civil en el año 1945 y ha desarrollado su carrera en Oviedo, donde se asentó la familia. La esposa de Docampo, Pilar Álvarez Rodríguez, celebró ayer una de las onomásticas más especiales de su vida. La esposa, madre y abuela de guardias civiles no podía ocultar su emoción cuando recogió el galardón que le entregó la esposa del coronel José María Feliz.

José Vicente Docampo recalcó la vida de entrega y servicio de su padre y el ejemplo que ha dado a la familia, que ayer se reunía en torno a él.