El Consejo de Gobierno del Principado aprobó ayer poner en marcha las ayudas al nacimiento o la adopción, conocidas como «cheque-bebé», por las que cada niño nacido o adoptado en el Principado traerá bajo el brazo 2.000 euros, siempre y cuando sus padres o tutores no superen una renta familiar máxima. La consejera de Bienestar Social, Paloma Menéndez Prado, afirmó que esta ayuda contribuiría a paliar el descenso de la tasa de natalidad en el Principado y a la «reactivación» del consumo. La Consejera espera que la ayuda pueda pagarse desde principios del año que viene aunque aún no sabe cuando podrá empezar a solicitarse ni la partida del Presupuesto regional que se destinará a cubrir esta ayuda o los requisitos económicos necesarios para recibirla.

Lo que la titular de Bienestar Social sí concretó es que los 2.000 euros del «cheque-bebé» podrán gastarse en «cualquier comercio implantado en el Principado», grandes superficies incluidas, siempre que puedan «justificar» que ofertan productos «destinados a las necesidades de los bebés» y «no renuncien de forma expresa». A pesar de que al principio de su comparecencia la Consejera dio a entender que la ayuda sería «progresiva», en función de los ingresos de la unidad familiar, más tarde precisó que habrá un límite máximo de renta para recibirla: las familias que la superen no cobrarán el dinero. «O 2.000 euros o nada», sentenció Prado.

La ayuda podrán recibirla los niños que nazcan a partir de la fecha de publicación del programa en el «Boletín Oficial del Principado de Asturias» (BOPA), añadió, pero empezará a pagarse a partir del año que viene, a cargo del Presupuesto para 2012, ya que las solicitudes tardarán en resolverse «tres meses».

Aunque la Consejera no dio la cifra de renta máxima que marcará quién recibirá la ayuda, sí se refirió al perfil de los posibles solicitantes. Según Paloma Menéndez, el «cheque-bebé» podrán solicitarlo los padres de nacionalidad española, o extranjeros con residencia legal, que hayan residido de forma ininterrumpida en Asturias durante los doce meses anteriores a la solicitud de esta ayuda. Los niños deberán haber nacido en Asturias, o haber sido adoptados a través del órgano competente en el Principado, y residir con el progenitor o tutor legal que solicita el dinero. Menéndez no duda de la eficacia de la medida para fomentar la natalidad ni cree que con ella «incumplan ninguna ley».

En la misma comparecencia el consejero de Presidencia, Florentino Piñón, y el responsable de Economía y Empleo, José Manuel Rivero, explicaron que el Consejo de Gobierno también había acordado iniciar de forma «inmediata» los trámites para poner en marcha el salario joven. Rivero apuntó que los beneficiarios de esta ayuda cobrarán una media de 12.000 euros anuales, aunque quienes firmen un contrato en prácticas percibirán un salario mayor que quienes tengan un contrato de formación.

El Consejero calculó que un 73 por ciento de los beneficiarios se acogerá a este segundo tipo, y el 23 por ciento restante, a contratos de prácticas. En total, el salario joven llegará a mil asturianos, un tercio de los posibles solicitantes, durante un año, y aunque los contratos los formalizarán los ayuntamientos -el Principado dispondrá para ello de 11 millones de euros-, será el Servicio Público de Empleo el que seleccione a los candidatos.