Oviedo, L. Á. VEGA

El fuego se ha cebado con el suroccidente asturiano, que ha sufrido dos de los peores incendios de la historia de Asturias. El del Valledor, en Allande, con 2.200 hectáreas destruidas, iguala al de Villayón de 1998, con una superficie devastada similar, hasta ahora el peor incendio conocido en la región. Si se suma la superficie que ardió en los incendios del Valledor, El Coto (en Cangas del Narcea) y Somiedo, entre el 15 y el 23 de octubre, se obtiene una superficie equivalente al concejo de Corvera. Octubre ha sido un mes nefasto. Los 369 incendios forestales registrados a lo largo de ese mes devoraron un total de 6.994 hectáreas de monte, en lo que supone el quinto peor mes desde que se tiene constancia estadística, esto es, desde 1990. Esa superficie equivale aproximadamente a la de 10.000 campos de fútbol, o a la de un concejo como Carreño. Para encontrar un mes en el que se haya destruido tanta masa forestal hay que remontarse hasta marzo de 2009, con 7.395 hectáreas destruidas. Pero si se observa la evolución de los incendios forestales a lo largo de este año, se advierte que los 1.543 fuegos registrados entre enero y octubre han arruinado un total de 11.556 hectáreas, la mayor superficie destruida por las llamas desde el año 2002, según datos del SADEI. Esos 115 kilómetros cuadrados equivalen, grosso modo, a un concejo como Castropol.

Casi dos tercios de esas 7.000 hectáreas consumidas en octubre por el fuego corresponden a los incendios del Valledor (Allande) y El Coto, en el parque de Fuentes del Narcea. El primero destruyó unas 2.200 hectáreas de uno de los parajes mejor conservados de Allande, según cálculos del alcalde, José Antonio Mesa. El de El Coto arrasó otras 2.000 hectáreas, aunque sumando los otros incendios registrados en el concejo de Cangas del Narcea por las mismas fechas la superficie arruinada alcanzó las 2.500 hectáreas, según el Ayuntamiento. A estos incendios hay que sumar los registrados en el concejo de Somiedo en las mismas fechas, en las inmediaciones de Gúa y Villar de Vildas, con pérdidas de superficie forestal superiores a las 300 hectáreas. «Han sido los incendios más graves de los últimos años», confesó el alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández.

La sequía, las altas temperaturas y los fuertes vientos, además de las aviesas intenciones de los autores de estos incendios, en su mayoría intencionados, no explican, sin embargo, el alcance de la devastación de los fuegos registrados el pasado mes de octubre. Alcaldes de los concejos afectados mostraron su malestar por el hecho de que no se hubiese recabado la intervención de la unidad militar de emergencias (UME), un destacamento de la cual estaba destacado en El Barco de Valdeorras (Orense), a una relativamente corta distancia del Suroccidente, en los peores momentos de la ola de incendios. El Principado, añaden, desplazó a la zona todos los medios de los que disponía, pero en algunos momentos mostró síntomas de estar «desbordado» por el alcance de la catástrofe. De hecho, el delegado del Gobierno, Francisco González Zapico, recibió la petición de que avisase a la UME, pero éste repuso que no era él, sino el Gobierno regional el que debía realizar ese requerimiento.

Los incendios del Valledor y Fuentes del Narcea son de los más devastadores de la historia de Asturias, aunque la superficie arbolada destruida es pequeña. En el de Villayón ardieron 900 hectáreas arboladas. En el de Busindre (Valdés), de mayo de 2006, ardieron 1.200 hectáreas de superficie arbolada. En todo el pasado mes de octubre, ardieron en Asturias 193 hectáreas arboladas.