Oviedo, Eloy MÉNDEZ

Patricia Abad le ha declarado la guerra al mercurio que generan las centrales térmicas. Esta licenciada en Química recibe hoy en el Paraninfo de la Universidad el premio de la Cátedra Hunosa por una tesis que propone el desarrollo de unos filtros para reducir los índices de este metal pesado en el entorno de las factorías donde se quema carbón. Su instalación no implicaría unos costes elevados para las empresas y, a cambio, mejoraría notablemente la calidad de vida de los residentes en los alrededores. «Es un mecanismo que ya está al alcance de la mano y que no exige una gran inversión», señala la galardonada.

El mercurio se ha convertido en el principal problema de salud pública para los vecinos de las térmicas, tal y como quedó patente hace más de dos años en la parroquia gijonesa de Jove, donde el Ayuntamiento clausuró dos manantiales por una acumulación elevada de esta sustancia. Varios ecologistas descubrieron después que el origen se encontraba en los gases procedentes de la cercana central de Aboño. El asunto llegó incluso al Pleno municipal, con una petición de dimisión para la ex concejala de Medio Ambiente Dulce Gallego por parte de la oposición.

«Se trata de un componente especialmente dañino porque es capaz de acumularse progresivamente en algunos alimentos, como el pescado, y después pasar al organismo humano mediante el consumo», explica Abad, que tardó unos cinco años en redactar las casi doscientas páginas de su tesis, titulada «Retención de mercurio en cenizas volantes». La investigadora gijonesa, de 32 años y actualmente becada en una empresa de su ciudad tras pasar varios meses en el Instituto Nacional del Carbón de Oviedo, ha estudiado los diferentes componentes del hollín que expulsan las centrales con el objetivo de encontrar las partículas que capturen con mayor facilidad el mercurio mediante el uso de unos filtros diseñados específicamente para esta función. «Es un método que mejoraría nuestro bienestar», advierte.

La idea convenció al jurado del premio que anualmente otorga la Cátedra Hunosa a tesis universitarias relacionadas con el carbón y que está dotado con seis mil euros. Además, la autora verá publicado su trabajo, que presentó ante el tribunal el pasado 17 de diciembre. Un soplo de aire fresco en medio de la asfixiante situación que atraviesa el desarrollo científico a cuenta de la crisis.