Oviedo, J. M.

Las religiosas trapenses del monasterio Nuestra Señora de la Paz, en La Palma (Cartagena, Murcia), han declinado el ofrecimiento del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, para trasladarse al cenobio asturiano de Valdediós, en Villaviciosa. Estas religiosas buscaban un emplazamiento para su comunidad, ya que el que ocupan desde los años setenta ha quedado rodeado en los últimos años por infraestructuras que dificultan una vida de silencio.

Sanz Montes explicó ayer que «hubo un acercamiento cuando estas religiosas me encontraron un día en Asís, en una reunión de obispos franciscanos de todo el mundo». El arzobispo les invitó entonces a conocer Valdediós «sin ningún tipo de compromiso», ya que «siempre he mantenido que lo ideal para este monasterio es que allí resida una comunidad monástica, de monjas o de monjes, pero monástica». Y, en efecto, «estas hermanas vinieron y les pareció precioso el lugar y lo que es la fábrica del monasterio». Sin embargo, «les pareció demasiado grande para ellas, porque son poquitas y ya mayores».

En consecuencia, «Valdediós queda como estaba, en manos de la Comunidad de San Juan», agregó Sanz Montes. Los religiosos de San Juan llegaron al monasterio maliayés en febrero de 2009, tras ser invitados por del anterior arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, una vez suprimido por la Santa Sede la comunidad cisterciense que lo habitaba desde 1992. Respecto a la Comunidad de San Juan, Sanz Montes indicó ayer que «no estamos a disgusto con estos buenos hermanos, que están haciendo un buen papel, pero no es lo suyo; ni Valdediós es para ellos, ni ellos son para Valdediós».