Oviedo, J. MORÁN

«No tardando mucho, pero sin poder precisar fecha, pediré un obispo auxiliar para Asturias», anunció ayer el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, al ser preguntado sobre si continuará con la tradición de la diócesis, que desde los años setenta del pasado siglo ha contado con obispos auxiliares (Elías Yanes, José Sánchez, Atilano Rodríguez y Raúl Berzosa, sucesivamente».

El Arzobispo bromeó con que «estoy prácticamente a punto de terminar mi luto de un año», en referencia a que el último auxiliar, Berzosa, fue nombrado el 2 de febrero de este años obispo de Ciudad Rodrigo, sede de la que tomó posesión el pasado abril.

«Una vez que don Raúl marchó a Ciudad Rodrigo, me he dado un tiempo en el que ha habido que constituir el nuevo consejo episcopal y nombrar un nuevo vicario general», explicó Sanz Montes, quien agregó que un obispo auxiliar «es siempre una ayuda importante».

El procedimiento para obtenerlo «es algo que directamente y de modo personal el obispo titular pide al Papa, y él te puede decir sí o no». En caso afirmativo, «se empieza con la elaboración de la terna de candidatos y después con el nombramiento del elegido». Si habrá o no asturianos en dicha terna será algo que «cuando llegue el momento lo hablaré».

Sanz Montes desempeña en este momento tres funciones eclesiásticas: el Arzobispado de Oviedo, la dirección de una cátedra en la Universidad de San Dámaso, en Madrid, y el comisariado pontificio de Lumen Dei, una asociación de sacerdotes, religiosas y seglares fundada por el jesuita asturiano Rodrigo Molina. «Espero que una vez entregado mi dossier, la Santa Sede me responda y veamos cuál es el paso siguiente; y espero dejar de tener esa responsabilidad».