Directora de Compromiso Asturias XXI

Oviedo, Marcos PALICIO

La asociación Compromiso Asturias XXI celebra cuatro años y 630 socios. La plataforma de profesionales asturianos residentes fuera de la región, en concreto en más de cuarenta países de los cinco continentes, extiende su red a un ritmo de aproximadamente un centenar de nuevos componentes cada año, según sus propios cálculos. Mañana, miércoles, celebra en Gijón su gala anual de reencuentro navideño -19.00 horas, Palacio de Congresos del recinto ferial Luis Adaro- y el lanzamiento de su próximo proyecto de futuro para Asturias. Rosa Vivas, directora, avanza que será un inventario de las fortalezas y debilidades de la región para enfrentarse a un mundo en crisis con ánimo de crítica constructiva. Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, está en el proyecto desde su origen, ha estrenado el cargo este año y tutela desde Asturias la red de contactos que la asociación tiene tendida hacia los asturianos de la diáspora, profesionales dispersos por el mundo cuyas experiencias alimentan una institución que quiere ser motor de ideas para mejorar el futuro de Asturias.

-Dicen «Queremos una Asturias mejor» desde el título de su nuevo proyecto de futuro para la región. ¿Un mensaje optimista?

-Afrontamos la identificación de los problemas del Principado y de sus posibles remedios con un espíritu de construcción, de crítica constructiva, con nuestro talante de aportación, de querer generar debate y conversación sin imponer nada. En este nuevo documento de trabajo, cuyo borrador será presentado en nuestra gala de mañana, miércoles, en Gijón y sometido a debate a lo largo del año, hemos pretendido sistematizar los que, a juicio de la asociación, son los puntos fuertes y las debilidades de la región, con el propósito de someterlos a debate de modo constructivo.

-Han recopilado ideas, sectores con futuro y oportunidades de empleo para los jóvenes. ¿Cuadra el inventario de resultados?

-Hemos logrado constituirnos en un vehículo para que los asturianos residentes fuera de la región puedan tener una herramienta, un canal para contribuir a mejorar la sociedad asturiana y aportar ideas. De modo paralelo, también hemos conseguido, a través de nuestro programa de becas, que más de veinte jóvenes asturianos hayan ido a empezar su carrera profesional al extranjero gracias a las empresas de nuestros socios y que incluso algunos de ellos se hayan quedado allí a trabajar.

-El camino se retuerce en la Asturias de la crisis. ¿Por dónde se sale?

-La solución puede depender de muchos factores, pero resulta primordial entender que todos formamos parte de ella. El buen camino es una apuesta por la juventud asturiana. Tenemos generaciones excelentemente formadas que debemos tratar de retener.

-¿Y verle la parte provechosa a la «fuga de cerebros»?

-Yo no hablo tanto de retenerlos físicamente como de utilizar su experiencia y sus conocimientos. Se suele ver como un drama que la gente se vaya a explorar nuevos caminos académicos o profesionales, pero tenemos que encontrar la forma de agradecer esa movilidad, de sacar su parte positiva, y saber que esas personas pueden volver con su experiencia a aportar ideas nuevas. Es deseable y bueno que haya oportunidades en la región, pero también gente con esta capacidad de movilidad.

-¿Les siguen llegando ideas para Asturias?

-Siguen. El documento de buenas prácticas, con más de cien ideas para la región, se presentó como borrador en 2008 y con las conclusiones definitivas en 2009, pero aún recibimos iniciativas con cierta frecuencia. Y resulta reconfortante, porque nuestro cometido es precisamente ser generador de ideas y hacer posible que se recopilen y se difundan, erigirnos en instrumento para que se pongan sobre la mesa

-Escoja una.

-Una de mis preferidas es la repoblación de pueblos abandonados. Resulta tan interesante, tiene tanta potencialidad y hemos recibido tantas propuestas de toda España con posibles fórmulas para ponerla en práctica que queremos organizar una jornada para desarrollarla y llevarla más allá. En este caso, no se trata sólo de la constatación de que el despoblamiento rural es un problema evidente para Asturias, sino también de que hay gente al otro lado deseando ponerle solución.

-¿Han percibido algún recelo, alguna suspicacia por venir de fuera con la receta del futuro?

-No, nos hemos sentido muy bien acogidos por la sociedad asturiana. Yo creo que se ha entendido que no pretendemos dar lecciones ni a proponer nada de forma autónoma, sin contrastarlo con el tejido social o sin preguntar dentro de Asturias si es viable. El nuestro es el apoyo de una visión externa, ni mucho menos una idea totalitaria de imposición.

-¿Por qué la inquietud por el turismo extranjero?

-Porque en nuestro contacto permanente con los asturianos que residen lejos y conviven a diario con gente extranjera nos hemos dado cuenta de que Asturias no se conoce. Era, por tanto, una necesidad situar nuestra región en el mapa a los ojos del turista internacional, por eso en el acto que organizamos el mes pasado para difundir el problema y buscar las soluciones quisimos ofrecer la perspectiva de dos extranjeros que sí tenían un conocimiento previo del Principado. A raíz del debate, además, hemos detectado que diversas plataformas turísticas de la región se han puesto en contacto con nosotros. Estamos recibiendo respuestas y ahora tenemos que moldearlas, pero ya sabemos que en Asturias hay interés por este producto.

-Vienen de presentar su proyecto en Madrid.

-Cada vez es más grande la colonia de asturianos en la capital de España y pensamos que teníamos que sacarle más partido, porque también es la que tenemos más cerca. Se trata de implantar una pequeña semilla allí como paso previo para dar a conocer nuestro proyecto y continuar creciendo.