Gijón, J. MORÁN

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, elogia en su última carta semanal la figura de Mario Monti, primer ministro y ministro de Economía de Italia, «que no esconde su condición de cristiano ante la grave y difícil responsabilidad que tiene el país vecino». El mitrado asturiano destaca en su misiva que Monti contribuye a «revalorizar las raíces cristianas de Europa para superar la grave coyuntura que vive el continente». Sanz destaca las palabras pronunciadas por el político italiano en una entrevista de Radio Vaticano, en la que afirmaba que «la crisis, para ser superada en todos sus graves perfiles, requiere mirar adelante con valentía, con esperanza, pero también redescubrir las propias raíces».

El mensaje católico de Monti, resalta Sanz Montes, se puede hallar en afirmaciones como que «el magisterio del Papa y su testimonio fuerte y personal, la contribución importante de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Italiana son elementos propulsores y críticos de relevancia fundamental. Ante el bien común no se puede huir».

El arzobispo de Oviedo realiza este elogio de Mario Monti -de perfil técnico y sin adscripción política- pocos días después de que hiciera pública una nota a raíz del fallecimiento del político español Manuel Fraga Iribarne. En ella, Sanz Montes resaltaba «la coherencia cristiana con la que vivió, convencido de su servicio a la sociedad», así como «el perfil de honestidad intachable y entrega generosa con las que también como hijo de la Iglesia quiso servir a España en los valores católicos a los que jamás renunció».

En la misma jornada en que se hacía pública la carta de Sanz Montes también transcendía que el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, había mostrado reticencias a que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, del PP, leyese el pregón de Semana Santa en la capital pucelana, debido a que está casada por lo civil y no por la Iglesia.

«No queremos partidos políticos cristianos, pero sí queremos reconocer a los cristianos en los partidos políticos», dice Sanz Montes en su carta pastoral, titulada «La audacia de un gobernante cristiano». De hecho, subraya que «es alentador ver a un político bien fajado intelectualmente, abierto a un diálogo sincero con otras formaciones políticas y con la sociedad real, y llevando a cabo su compromiso sin servilismo religioso, pero sin timorato ocultamiento de su cristianismo». Sanz Montes agrega que en España «conseguir que el factor religioso sea erradicado por vía de privatización ha sido uno de los objetivos más tenazmente planificados por parte de un laicismo intolerante».

En cambio, continúa el arzobispo Sanz Montes, Mario Monti afirma que «la relación entre los estados y la Iglesia puede ser un puente, un paso que abate los muros de los egoísmos nacionales y refuerza el sentido de una pertenencia que significa respeto, responsabilidad, solidaridad». Se trata de «un subrayado valiente y a contracorriente», al igual que el hecho de que Mario Monti asegure que «la crisis se supera izando la bandera de los valores por encima de los intereses de la moneda».

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