Oviedo, Agencias / J. E. M.

Nuevo golpe a la solvencia económica asturiana. La agencia Fitch rebajó ayer la calificación de la deuda a varias comunidades autónomas, entre ellas Asturias. La agencia redujo así la nota que establece, a su juicio, la capacidad que tiene Asturias para devolver los créditos a los que opta en el mercado bancario. La rebaja supone que el Principado deberá pagar más por los préstamos al caer su solvencia económica. Ésta es la tercera vez que Fitch rebaja la calificación de Asturias desde el pasado octubre.

La agencia baja también la nota a varias ciudades españolas y a cuatro entidades del sector público, a las que ha situado en perspectiva negativa. En un comunicado, la firma explica que las comunidades afectadas son, además de Asturias, Madrid, Andalucía, Canarias y Cantabria. Por provincias, también ha caído la nota de Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Barcelona, Pamplona y Vigo.

Las entidades del sector público a las que Fitch ha rebajado la calificación han sido la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria de la empresa minera Hunosa; a Viviendas Sociales e Infraestructuras de Canarias (Visocan); al Instituto de Finanzas de Cantabria (ICAF), Pequeños y Medianos Astilleros (Pymar); además de a una emisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La bajada es consecuencia de la decisión de Fitch de recortar la calificación de España en dos escalones, desde «AA» a «A» con perspectiva «negativa».

También ha recortado en dos escalones la calificación de las ciudades de Barcelona, Madrid, Pamplona y Vigo. Fitch destaca que esta rebaja generalizada de las calificaciones supone la aplicación de los criterios de la agencia, según los cuales los «ratings» de gobiernos regionales o locales no pueden ser superiores a los de los países a los que pertenecen, salvo «circunstancias excepcionales». Entre esas excepciones se encuentran Álava, Vizcaya y Guipúzcoa y la ciudad de San Sebastián.

Por otro lado, Fitch ha decidido mantener en revisión para una posible rebaja, pendiente de información adicional sobre su liquidez y sus necesidades de financiación, los índices de Castilla-La Mancha, Cataluña y Murcia.

La decisión de Fitch, aunque esperada, supone un varapalo para la credibilidad económica de la Administración asturiana. Para Fitch, las perspectivas económicas de la región, que ahora se ve envuelta en un nuevo proceso electoral, son «negativas». La decisión no aleja el fantasma de nuevas rebajas.