Gijón, Luján PALACIOS

A lo largo de su vida encajó numerosos golpes, pero también se ganó el reconocimiento de muchos camaradas. Y muchos fueron los que ayer quisieron despedir a Manuel García «Otones», una de las más destacadas figuras del comunismo y la lucha contra la dictadura franquista en Asturias, fallecido el pasado miércoles a los 81 años.

Del mundo sindical al municipal, con la presencia de la cúpula de Izquierda Unida en Asturias, militantes históricos como Anita Sirgo, Constantino Alonso «Tinín» o Antonio Paredes, concejales y ex concejales del PSOE y el PP, el Tanatorio de Cabueñes se quedó muy pequeño para acoger a todos los que quisieron dar el último adiós a un hombre que «cada faceta de su vida la ejerció con todo su empeño, enseñándonos los valores de la solidaridad, la justicia y la igualdad», recordaba emocionada su sobrina, María del Mar Rodríguez, después de recibir el féretro de Otones con aplausos. Él fue, según sus palabras, «uno de esos hombres que lo dieron todo a cambio de nada y gracias a los que podemos estar aquí hablando libremente», un hombre «bueno, en todo el sentido de la palabra».

El hasta hace tres días coordinador local de IU en Gijón, Jesús Montes Estrada, «Churruca», repasó la larga vida de Otones, sus años de lucha, represión y cárcel, y la abnegada labor de su mujer, Alvarina Rodríguez, cuando tocaba prisión y duro trabajo de apoyo desde la sombra.

Es Manuel García «un pedazo de la parte más noble e importante de la izquierda española», subrayó el coordinador regional de IU, Jesús Iglesias, en su intervención en el acto. «Formó parte de los mejores hombres que se sintieron parte de la clase obrera», continuó Iglesias antes de animar a los militantes a «seguir luchando por la mejora de las condiciones de vida y las libertades de este país».

El diputado Gaspar Llamazares, por su parte, reivindicó «la memoria de los abuelos», porque «el futuro está hecho de la lucha de nuestros hijos y de la memoria de nuestros mayores». «Eso es Otones, parte de la historia, y gracias a personas como él mantenemos la luz en los momentos de tinieblas», indicó, para llamar a «trabajar por la memoria, porque es trabajar para el futuro».

Puestos en pie, los asistentes al acto cantaron la «Internacional» puño en alto, y se emocionaron con las coplas de las canciones de la resistencia española que recuerdan que «hay una lumbre en Asturias». Y también un recuerdo para los que la alimentaron.