Asturias se acerca a su tercera campaña electoral en diez meses, y los partidos preparan ya sus aparatos de propaganda para tratar de ganar el voto. El Principado se juega quién va a ser su próximo presidente -o presidenta, para que la «miembra» de la ONU Bibiana Aído no se enfade-, y a la hora de arañar hasta el último voto posible parte de la responsabilidad recae en la imagen que los asturianos tengan de cada candidato. No sólo por su discurso, sino por lo que transmita la fotografía elegida para los carteles que inundarán de papel la región.

A la vista de que, si no hay sorpresas de última hora, las caras impresas en los carteles serán las mismas que las de las últimas dos veces -el forista Francisco Álvarez-Cascos, el socialista Javier Fernández, la popular Mercedes Fernández, y Jesús Iglesias por IU-, este humilde plumilla ha decidido proponer a los candidatos dos opciones: o repiten el mismo cartel y eslogan que en los comicios anteriores, o tratan de innovar para que merezca la pena levantar la vista hacia las farolas.

Si los políticos optan por la segunda opción -porque a saber dónde estarán ya los carteles de las autonómicas de mayo, con todo lo que ha llovido-, una buena idea sería inspirarse en las campañas electorales que se organizan al otro lado del charco. Las últimas, en Venezuela. El país caribeño decide estos días, a su particular manera, quién será el rival conservador del presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, el inefable Hugo Chávez. En la contienda, con carteles repletos de color, participan hombres como Capriles Radonski -que en los carteles, como puede comprobarse en la imagen que ilustra estas líneas, aparece bajo el sobrenombre de «El trabuco» (sic)-, o mujeres como María Corina Machado, que pide a los venezolanos que voten «duro». Es decir, de derecha, como si Chávez tuviese pinta de blando...

Mientras deciden a quién votar -lo sentimos, «El trabuco» no se presenta en Asturias»-, y por lo sugerente del nombre, les animamos a que prueben uno de los pinchos que compiten en el quinto campeonato de tapas que patrocina este periódico. Se llama «Cuartos de Urdangarín a las finas hojas». Falta saber si las hojas, en realidad, son papel moneda...