El Partido Popular escenificó su unidad en torno a Mariano Rajoy en la primera jornada del 17.º Congreso nacional y, mientras ultimaba las incorporaciones a la que será su nueva dirección, quiso dejar bien claro que no hará ningún guiño a ETA y la banda no tendrá compensaciones por abandonar la violencia.

La secretaria general, Dolores de Cospedal, garantizó que el PP siempre negará cualquier posibilidad de justificación de la actuación etarra. «Los españoles saben que con un gobierno del PP no habrá concesiones de ningún tipo para los que ayer mataban y extorsionaban», garantizó días después de que el ministro del Interior, Jorge Fernández, dijera que el problema de ETA tiene «una dimensión política».

En la misma línea se manifestó el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, quien proclamó que el PP es «la garantía de que la derrota policial de ETA es la derrota de sus pretensiones políticas». Por su parte, el ex ministro Jaime Mayor Oreja instó a sus compañeros y al Gobierno a trabajar por la cohesión del país para enfrentarse a «los adversarios que no creen en España» y que, «agazapados», esperan hacer bueno el refrán «a río revuelto, ganancia de pescadores».

La unidad contra ETA se sumó a la de los compromisarios asistentes al congreso en las votaciones con las que dieron su aprobación por unanimidad al informe de gestión de Cospedal y a otras propuestas. La jornada sirvió además para rendir homenaje al presidente fundador del partido, Manuel Fraga.

El turno para escuchar a Rajoy será hoy, sábado, antes de la votación en la que será reelegido presidente. Rajoy y Cospedal ultimaron la composición de la nueva dirección del PP, que se votará este sábado. A la espera de los últimos retoques, estará en ella la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y aún continúa sin decidir si Ana Mato formará parte de la misma. Sí es seguro que Javier Arenas y Esteban González Pons seguirán como vicesecretarios, y a ellos podría sumarse Alicia Sánchez Camacho, según informa la agencia «Efe».

La que permanece como secretaria general es Cospedal, quien defendió ayer la labor reformista del Gobierno y aseguró que en los oídos de todos los representantes del partido resuena más la «marea silenciosa» que representan los cinco millones de parados que «las pancartas y las posturas ancladas en el pasado». «Hemos llegado al Gobierno para hacer, no para estar», remachó.

El PP, que desveló que su deuda actual asciende a 54 millones, aprobó las ponencias redactadas para ser debatidas por los compromisarios.

En la ponencia política, el PP empeña su compromiso en la defensa del Estado de derecho ante el menoscabo que considera que ha sufrido en los últimos años. Algo que cree que se ha traducido en falta de respeto a algunas garantías jurisdiccionales básicas como la presunción de inocencia, el secreto de sumario, el derecho al honor y el derecho a la defensa. El PP pide eliminar las subvenciones nominativas y garantizar un uso responsable del dinero público según una proposición no de ley presentada, por otra parte, en la Cámara Baja.