«Lo de Prado de la Vega y Roces es sólo la punta del iceberg de las muchas irregularidades de Sogepsa en los últimos años». La frase es de uno de los responsables de la plataforma de vecinos afectados por las expropiaciones de la sociedad mixta en La Magdalena (Avilés) y está en consonancia con la opinión de otros propietarios y asociaciones similares de diversos puntos de la región. Las informaciones publicadas por LA NUEVA ESPAÑA desde el sábado sobre las compras de terreno por parte de Sogepsa en Roces (Gijón) y Prado de la Vega (Oviedo), a un precio que dobló al tasado para las expropiaciones, refuerza las posiciones de las plataformas de propietarios disconformes con la tasación de sus terrenos y afectados por los desarrollos de la sociedad mixta del Principado. Sus portavoces están manteniendo diversos contactos en las últimas horas para preparar una respuesta conjunta. Denuncian que Sogepsa tasa a la baja los terrenos de los particulares mientras beneficia a las empresas.

En Prados de la Vega, Sogepsa pagó en 2005 a una inmobiliaria por la denominada «parcela 51» un total de 9 millones de euros por un terreno cuyo precio no pasaba de 3,8 millones, según las tasaciones oficiales realizadas a partir del año siguiente. La sociedad mixta abonó a la empresa Essua S. L. a razón de 120 euros el metro cuadrado, cuando el precio fijado por la Comisión de Urbanismo (CUOTA) era de 49,22 y la propia entidad ofreció un máximo de 60 euros el metro cuadrado para cerrar operaciones de mutuo acuerdo en esta área residencial de las inmediaciones del nuevo Hospital Central, en Oviedo.

En la parroquia gijonesa de Roces, Sogepsa pagó a una firma de prefabricados por tres parcelas entre 1,5 y 2,3 millones de euros por encima de la valoración de los terrenos y sólo un mes antes de la firma de las actas de ocupación. Este trámite dejaba las manos libres a la sociedad mixta para la expropiación forzosa de los solares, fijada en un precio de 43,32 euros el metro cuadrado. Sin embargo, pagó a 87 euros el metro.

La operación de Roces desvelada ayer por este diario ha caído como una bomba entre los vecinos de esta zona de Gijón que se vieron afectados por la actuación urbanística. Los más afortunados recibieron 60 euros por metro cuadrado de terreno, pero el resto se tuvo que desprender de sus tierras por un precio mucho menor. «Les costó sudor y lágrimas este asunto. Y les hicieron sufrir hasta el final. Lo de Sogepsa aquí fue abusivo», denuncia todavía hoy Elena Medina, presidenta de la asociación vecinal «San Julián», uno de los colectivos ciudadanos que hizo piña con los pequeños propietarios que batallaron contra el área de Roces. Medina sostiene que «no sólo se llevaron por delante una cantidad de terreno excesiva, sino que el suelo lo tasaron a un precio injusto. Y total, para qué. Ahora no son capaces de vender los 3.700 pisos que están construyendo en la zona».

Saber que Rubiera-Predisa, la empresa a la que Sogepsa compró los terrenos, consiguió un mejor acuerdo económico que los vecinos sienta muy mal, pero tampoco sorprende demasiado en Roces. Según Florentino Barrial, uno de los propietarios afectados, «el pez gordo siempre tiene más facilidades de negociación». O lo que es lo mismo: «Dependiendo de quién seas, tus bienes te los pagan mejor o peor, porque una empresa como Rubiera siempre puede hacer más presión. No como los aldeanos, que nos llevaron por delante». En su caso, tuvo que abandonar una casería con cuadra, hórreo y 36.000 metros cuadrados de parcela. Ahora vive en San Martín de Güerces. Seis años después de que se levantasen las actas de ocupación, Barrial todavía se hace cruces al pensar «cómo fueron las cosas» en el área de Roces, donde todavía no se han construido todos los edificios previstos debido, en parte, a la crisis económica.