Hay vida más allá de internet o está todo condenado a la vida en el ciberespacio? Es la gran pregunta que agita a la economía, en especial la de los servicios: comunicación, cultura, comercio, profesiones y muchos de los servicios públicos. Quizá debamos rendirnos a una respuesta negativa a medio plazo, aunque sin duda seguirá habiendo por mucho tiempo vida más acá de internet. Días atrás el mundo del cine español se ha visto sacudido por la cuestión, pero ése es un falso debate, que oculta el verdadero, o sea, el de los contenidos, cuya virtud, al final, reside en el talento. El talento, cuando lo hay, vive en todos los medios, pero necesita conexiones. En el caso español tal vez no falle el talento, sino la colaboración. Lo llamo el «síndrome de genio», una resistencia a aceptar que media docena de cerebros en buena conexión tiene más potencia que uno, por genial que éste se crea.