Catedrático de Derecho Constitucional

Oviedo,

Félix VALLINA

Ignacio Villaverde -catedrático de Derecho Constitucional- es gijonés y tiene 47 años. Fue secretario general y vicerrector durante el segundo mandato de Juan Vázquez al frente de la Universidad de Oviedo y estuvo dos años dirigiendo la asesoría jurídica del Ayuntamiento de Gijón. Ahora se presenta a las elecciones del próximo 19 de marzo con la ilusión de convertirse en el próximo decano de la Facultad de Derecho.

-¿Por qué cree usted que debe ser el próximo decano?

-Dicho con toda modestia, creo que un perfil como el mío puede ser el adecuado para sacar a la Facultad de Derecho de esta especie de atonía en la que está sumida desde hace tiempo. Por un lado tengo una trayectoria académica que ya he cumplido y tengo un currículum profesional asentado. Por otro, una experiencia de gestión tanto dentro como fuera de la Universidad. Además de la carrera académica he jugado un papel en la gestión de las administraciones públicas y en el ejercicio de la abogacía, lo que creo que es importante.

-¿Qué cambiaría para acabar con esa atonía de la que habla?

-Lo primero es cambiar la forma de gestión, hacerla más transparente. También hay que mejorar la coordinación con los departamentos, los estudiantes, el personal de servicio y administrativo... En definitiva, lograr que el decanato sea un lugar de apoyo en el que todos encuentren una ayuda. Además hay que potenciar la gestión de los grados y de los postgrados para hacerlos competitivos. En cuanto a los grados, hay que ajustar la organización interna del grado en Derecho y apostar por nuevos grados mixtos o de doble titulación, sobre todo con Económicas. En postgrado es importantísimo poner en marcha cuanto antes el máster de acceso a las profesiones jurídicas y hay que empezar a trabajar en un doctorado promovido por la Facultad.

-Derecho sigue siendo una de las carreras más masificadas, ¿está de acuerdo con limitar los accesos a través de númerus clausus?

-Está claro que hay que sentarse a hablar de esa cuestión, con 160 alumnos por aula e intentando implantar el plan de Bolonia estamos abocados al fracaso, no es compatible. Pero no sé si la fórmula serían los númerus clausus, también habría que estudiar posibilidades como la de hacer un «curso cero» obligatorio y selectivo, un régimen de asignaturas llaves... Es una cuestión que hay que hablar con calma y con rigor.

-¿Qué tal le sienta el traje de Bolonia a una facultad como la de Derecho?

-Yo creo que el plan Bolonia está generando un gran desconcierto porque ha aumentado la tensión sobre profesores y estudiantes. La intendencia del plan, la organización interna, es bastante defectuosa y se nota el día a día. La manera de ordenar horarios, distribuir a alumnos por aulas, organizar las clases teóricas y las prácticas... En todo eso, en mi opinión, el plan de Bolonia está demostrando bastantes carencias y eso nunca es bueno.

-Las elecciones a rector también están a la vuelta de la esquina, ¿qué le pediría al ganador?

-Sobre todo más firmeza frente a la Administración autonómica en esa política de cuestionamiento y recortes. Yo hubiera esperado de mi rector una respuesta a las palabras de ataque que pronunció el Presidente regional en funciones cuestionando la calidad y la utilidad misma de la Universidad de Oviedo. Lo primero que le pido a un rector es que nos defienda.

-En esa línea se ha manifestado Paz de Andrés, ¿es usted más de su cuerda?

-Mi candidata es Paz de Andrés, estoy con ella y no puedo esconderlo. Pido seriedad, rigor y alguien que maneje la Universidad con mano firme. El Rectorado tiene que tener criterio y no ser un simple adorno en la vida de la Universidad.

-¿Gotor no ha tenido mano firme?

-Yo creo que no. Vicente Gotor se ha limitado a gestionar el día a día sin una política universitaria clara. No tiene un modelo de Universidad y ahora mismo se necesita a una persona que sí lo tenga.