Oviedo, Eloy MÉNDEZ

El desarrollo de la carrera profesional y la estabilización de los interinos serán dos de los grandes asuntos relacionados con el personal administrativo y de servicios (PAS) que estarán sobre la mesa del Rectorado tras las elecciones del 15 de marzo. Tanto el cuerpo funcionarial no docente como los contratados laborales de la Universidad de Oviedo quieren reunirse con el próximo mandatario de la institución en un corto plazo de tiempo para abordar cuanto antes aspectos relacionados con salarios y convocatoria de nuevas plazas. Algunos temen también que la reforma laboral convalidada ayer por el Congreso de los Diputados incremente el riesgo de despidos.

«Lo más inmediato es desarrollar el acuerdo 2011-2015 firmado con los responsables universitarios y que supone, de hecho, fijar las condiciones de la carrera profesional», señala Miguel Fernández de Oliva, presidente de la junta de personal funcionario, que engloba a todos los empleados públicos de la Universidad que no ejercen la docencia. Según explica, este pacto «llegó tarde y perdimos el tren con respecto a empleados de otros ámbitos administrativos», por lo que urge fijar de forma definitiva aspectos como «la formación, la prevención o los complementos».

Miguel Fernández de Oliva, perteneciente a la sección sindical de SIPU y que desarrolla su labor en el Vicerrectorado de Profesorado, Departamentos y Centros, también considera fundamental la estabilización de los numerosos interinos, que suponen el diez por ciento de la plantilla. «En este sentido, hemos conseguido bastantes avances en los últimos años, pero debemos profundizar en ello», subraya, tras destacar que ya existen procesos en marcha, como la convocatoria, el pasado mes de octubre, de unas oposiciones que deberán celebrarse en «marzo o abril». «Debe de ser una constante a lo largo del tiempo», dice. Además, aboga por fomentar la promoción interna con «concursos regulares».

Para Paz Arias, presidenta del comité de empresa del personal laboral -que engloba tanto a los empleados sin plaza pública que no ejercen la docencia como a profesores asociados y ayudantes-, uno de los principales cometidos durante el próximo mandato rectoral será «asegurar el mantenimiento de los actuales puestos, que ahora peligran más que nunca después de la reforma laboral impulsada por el Gobierno». «Tenemos menos seguridad que los funcionarios y, por eso, pediremos un compromiso para que no se reduzca plantilla», sostiene. En la misma línea, luchará contra posibles rebajas en los salarios, «en peligro tras los previsibles recortes que impondrán los Presupuestos Generales del Estado», que el Ejecutivo de Mariano Rajoy presentará a finales de mes.

Además, la representante de UGT también quiere que la Universidad se comprometa cuanto antes a negociar aspectos fundamentales recogidos por el plan 2011-2015 sobre formación, prejubilaciones y extras, tras la ruptura de las conversaciones hace dos meses por el inicio del período electoral. «Esperamos que gane quien gane las elecciones sea fiel a los principios de ese documento», suscrito por los principales sindicatos.

También Marta González Prieto apuesta por un «rápido establecimiento de la carrera profesional» que equipare las condiciones laborales del PAS con las que tienen empleados de otros sectores de la Administración. La administradora del campus de Gijón cree que «es necesario desarrollar cuanto antes todos los tramos de esta carrera horizontal para saber a qué atenernos».

Por otro lado, la funcionaria apuesta por conceder al personal administrativo un protagonismo mayor, dentro de los límites normativos fijados tras la última revisión de los estatutos de la Universidad, que posibilite a sus integrantes ocupar cargos de directores de área, por debajo de los vicerrectorados. «No estaría mal que el próximo rector contara con nosotros en algunos puestos de su equipo a los que hasta ahora sólo podían acceder profesores», indica. «Creo que, de esta forma, todos saldríamos ganando», remata.

González Prieto propone, por último, impulsar una reestructuración de los diferentes campus de la Universidad que permita «acercar la Administración al administrado». «El establecimiento del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, conocido como Bolonia, ha provocado un cambio en la estructura y las formas de prestar los servicios, y eso debe llevar aparejado un mayor esfuerzo que permita agilizar y facilitar las gestiones», finaliza.