Pola de Siero, J. A. ARDURA

El socialismo asturiano tiró ayer de «un clásico» como Alfonso Guerra para abrir en Pola de Siero su campaña de mítines de las elecciones autonómicas, «una ocasión enorme que ha dado Cascos a los asturianos para sacarnos de encima a esta gente». El veterano diputado sevillano no vaciló en calificar como «el mejor secretario general de todo el país» a Javier Fernández. El candidato del PSOE a la presidencia del Principado, que por la mañana cuestionó que el presidente regional eligiese un centro sanitario privado para ser atendido de una indisposición, censuró a Foro y PP por abocar a Asturias a unas elecciones autonómicas «en uno de sus peores momentos».

«¿Por qué estamos aquí? Por la irresponsabilidad, por la falta de coherencia y por el fracaso rotundo, total y absoluto de la derecha en Asturias», lamentó un Javier Fernández mucho más enérgico que en la campaña autonómica del pasado año, al menos en las formas de su intervención. «Me dice la gente que me ve con más fuerza que nunca. Y es porque estamos ante el momento más exigente para Asturias», argumentó el cabeza de lista del PSOE. «Estas elecciones las vamos a ganar», arengó Fernández al término de su discurso, en el que defendió «la necesidad de poner el foco en los niveles de bienestar de los más débiles».

Javier Fernández calificó la reforma laboral de Mariano Rajoy como «la más antisocial, es la versión del siglo XXI de aquella etapa en la que los señoritos iban a la plaza del pueblo a elegir a los que ese día tenían trabajo». El líder de la FSA calificó de «legítima» la huelga que van a convocar los sindicatos: «Rajoy lo muy tiene fácil si quiere evitarla; que hable con los sindicatos igual que hizo con la patronal».

Alfonso Guerra atribuyó la convocatoria de elecciones anticipadas en Asturias a que «estos tíos lo quieren todo», en alusión al partido de Cascos. Y metido en la faena de hacer de la necesidad virtud, adornó con su acento un mensaje cargado de su conocida ironía: «Cascos ha dado una oportunidad enorme a los asturianos de sacarnos de encima a esta gente». Siempre fiel a su estilo, Guerra lamentó el actual escenario político de Asturias. «Si ya es una desgracia que haya una derecha, en Asturias tenemos dos», comentó para risa del millar de asistentes que llenaba el polideportivo poleso.

Guerra no se resistió a comparar la polémica del Niemeyer con el «caso Gürtel». «Cascos dice que hay una factura de cuatro gin tonic sin justificar y en Gürtel hay una comisión de 900.000 euros para PAC. ¿Qué significan esas iniciales? Puede ser Paco antes de la catástrofe».