Oviedo, E. M.

Alemania mima a sus catedráticos. El Tribunal Constitucional germano emitió hace unas semanas una sentencia favorable a un docente universitario que obliga al gobierno federal de Angela Merkel a elaborar antes de 2013 un nuevo sistema de retribuciones que modifique el actual, aprobado hace unos años y basado en salarios base demasiado bajos en relación al cobro de complementos por diferentes méritos. «El fallo da, de alguna manera, un toque de atención a un sistema que se está extendiendo por Europa y que genera indefinición a la hora de saber cómo y por qué se puede conseguir una mejor retribución, en base a criterios no siempre claros», explica Alejandro Huergo, catedrático de Derecho Administrativo en Oviedo y que considera positivo garantizar unas condiciones económicas más sólidas para los profesionales académicos, «de manera estable e independientemente de los extras que se puedan conseguir».

La sentencia da un tirón de orejas al Estado alemán al asegurar que actualmente no cumple con su deber de dotar con un sueldo razonable a los funcionarios universitarios, que en ese país son todos catedráticos, ya que el resto de personal docente es contratado. En este sentido, los magistrados del Constitucional se amparan en los principios fundamentales del régimen funcionarial que aparecen en la Carta Magna de la Federación al asegurar que es necesario que el Gobierno asegure salarios lo suficientemente elevados como para «atraer a personas capaces a la Universidad». Unos puntos que también aparecen protegidos por la Constitución española de 1978. «Se está diferenciando de manera clara entre la labor de un empleado de una empresa, que firma un contrato por una determinada cantidad por hora trabajada, y de un funcionario, que desarrolla determinadas tareas de manera permanente al servicio del Estado», subraya Huergo.

Ahora, deberá ser el Gobierno federal el encargado de redactar una nueva normativa al respecto, que desarrollarán después cada uno de los landers, que eleve proporcionalmente la parte fija de los sueldos de los catedráticos en relación al total. Es decir, que esta cantidad gane peso respecto a la parte variable. «Creo que este fallo debe hacer reflexionar sobre la actual concesión de complementos en virtud de méritos que muchas veces no están nada claros», asevera el docente, que considera «poco lógica» esta política, «ya que se deberían tener en cuenta las capacidades de los profesores a la hora de hacer la selección».

Además, Huergo opina que las nóminas de los profesionales de universidades españolas «se han ido quedando atrás» en relación a otros cuerpos funcionariales durante los últimos años. «La sentencia del Tribunal Constitucional de Alemania, integrado prácticamente por catedráticos, también incide en la defensa de la dignidad de la Universidad que le ha caracterizado durante los últimos años, convertido en garante de muchas de las condiciones laborales de los docentes, como cuando evitó una modificación del modelo de organización del profesorado en el año 2005», remata el jurista.