Si la niebla hubiera aparecido ayer por la mañana en el aeropuerto de Santiago del Monte, se hubiera suspendido prácticamente la campaña electoral, pues todo dependía del enlace aéreo con Madrid. Los tres líderes que ayer mitineaban en Asturias (Rajoy, Rubalcaba y Cayo Lara) llegaron en el mismo vuelo de la mañana, que aterrizó a las 10.05 horas.

Los respectivos líderes del PP, PSOE e IU, a modo de tres Reyes Magos de la política española, volaron en el mismo avión, pero no se hablaron. Como luego dijo Cayo Lara en el mitin de Gijón, «en los aviones, como en los cementerios, también hay clases». Lara fue el único que se refirió públicamente a la coincidencia del presidente del Gobierno, el secretario general del PSOE y del coordinador general de IU en el mismo enlace aéreo. El líder de la coalición explicó que Rajoy voló en clase preferente, Rubalcaba en la primera fila de la clase turista, «y los demás íbamos en la fila catorce». Por dar más detalles, indicó que el «camarada» Rubalcaba iba sentado hacia la mitad del avión y que esto era algo así como una metáfora de su posicionamiento político. «Es como los murciélagos, que no se sabe si son ave o ratón», dijo Cayo Lara. Cascos, que en esta campaña también anda un poco como los murciélagos pues sólo da mítines a partir de las siete de la tarde, con una segunda sesión a las nueve de la noche, no tuvo problema alguno con el avión. En esta ocasión, sí estaba en Asturias. Y, además, parece ser que la niebla no le puede afectar en ningún caso pues cuando va y viene a Madrid se desplaza en coche. Será por ahorrar. O para que no se sepa dónde está cuando no está. Quién sabe.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ofreció un mitin el viernes en la Casa de Cultura de Grado. Allí aseguró que España camina hacia «el nuevo milagro de 2012», desde ayer conocido como «El milagro de Fátima» y que consistirá, según declaraciones de la propia ministra, en que España «saldrá de la crisis antes de lo que muchos se piensan». Pues nada, como se dice en estos casos: Que Dios te oiga.