Ahora que se han quitado la máscara y van a juzgar a Krahe por el vídeo de la receta del Cristo sobre lecho de cebollas que a los tres días sale solo del horno, me viene a la cabeza el famoso «Cuervo ingenuo». En aquel directo de Sabina, año 86, Krahe se despachó a gusto con González, en especial, con el «Otan, de entrada, no», convertido en su coplilla en el delicioso «Tú decir que si te votan / tú sacarnos de la Otan»; para luego rematar en el estribillo con el «hombre blanco hablar con lengua de serpiente». En todo esto pensaba yo, al escuchar a todos estos hablar del copago, de la Sanidad, de la Educación.

¡Copago, de entrada, no! Aquí nadie va a tocar nada, prometen. Sanidad pública, ¡desde luego! ¡Educación de calidad! Y si hace falta, «cheque bebé» y un iPad por cada niño de un año en guardería. Es todo tan bonito que lastima mirarles a la cara y distinguir perfectamente el brillo en los ojos, el hilillo de baba entre los colmillos y el ruido del cuchillo que están afilando por la espalda. ¡Por Manitú!