Gijón, Eloy MÉNDEZ

María Dolores de Cospedal cumplió ayer con el guion electoral del PP y evitó nombrar ni una sola vez al presidente regional, Francisco Álvarez-Cascos, durante el discurso de cierre de campaña en un lagar gijonés. La secretaria general de la formación pidió el voto para la candidata Mercedes Fernández «más allá de la adscripción política de cada uno y al margen de tener o no tener el carné del partido». «No somos rencorosos con los que no nos han apoyado en otras ocasiones porque nuestro proyecto es para todo el mundo y no vamos ni a discutir ni a tener pataletas», apuntó, tras asegurar que el actual Gobierno de Foro Asturias «no ha hecho nada en ocho meses, salvo pelearse con todo el mundo». Además, acusó a los socialistas de haber dejado «en bancarrota» el Principado y España, por lo que pidió que «no nos den ahora lecciones de economía».

«Asturias viene de ocho años y ocho meses de parálisis. Ocho años de gobiernos socialistas y ocho meses posteriores que tampoco han servido para avanzar», indicó la «número dos» del PP, que comenzó su discurso con una cita laudatoria sobre el pueblo asturiano de Pascual Madoz, ministro de Hacienda durante el reinado de Isabel II e impulsor de la segunda desamortización. «Esta región tiene que ponerse a trabajar de nuevo, y para ello necesita un Ejecutivo presidido por una mujer de la talla de Cherines», indicó. «No se puede quedar descolgada del cambio político y social que vive toda España», añadió.

Cospedal antepuso el talante «sereno y coherente» de la candidata popular al «carácter conflictivo de otros». «Hace falta un gobierno austero, sobrio, que no gaste más de lo que ingresa», apuntó, tras acusar al PSOE de ser el responsable de «que en España haya cinco millones de parados y un déficit dos puntos mayor del que nos dijeron». «A pesar de eso, todavía se permiten ponerse a la cabeza de la pancarta», remató, en relación a su apoyo a la huelga general del próximo 29 de marzo. E ironizó al asegurar que «algunos llaman a Cristóbal Colón el primer socialista, porque ni sabía adónde iba ni adónde llegó, y encima hizo el viaje con el dinero de otros». Por contra, apoyó las reformas laboral y financiera impulsadas por el gabinete de Mariano Rajoy, «que le permiten tener credibilidad y pasearse por Europa y el mundo con la bandera de España y la cabeza bien alta», aseveró en medio de una prolongada ovación.

Mercedes Fernández había acusado minutos antes al candidato socialista, Javier Fernández, «de no haberse presentado ni siquiera al debate de investidura, pese a ser el partido más votado en mayo». «Otro con un escaño más y menos apoyos tiró la toalla a los siete meses», prosiguió, también sin citar a Álvarez-Cascos. «Esos dos personajes no se merecen ahora la oportunidad que no supieron aprovechar», concluyó. Después, centró su crítica en los socialistas, porque «todavía no han dado explicaciones de las contrataciones irregulares que hicieron durante su etapa, en la que alguno acabó en prisión». Y finalizó con otra velada alusión a Foro. «Estoy tranquila porque sigo en el partido de siempre», sentenció.