El valle del Aller es territorio bien poblado con numerosos núcleos de pequeño tamaño que orlan el discurrir de los ríos a los que se pega la carretera de los puertos. Cabañaquinta es pequeña cabecera, villa de mercados y trato, de reconocidas ferias. Paisaje urbano recrecido en altura, en una mínima estructura urbana que se ajusta a la carretera y a las vegas del río. Consiguió mantener un pequeño crecimiento hasta el cambio de siglo, que ahora se vuelve negativo, en un concejo que tira para atrás desde la crisis de la minería. Hay que seguir apostando por un desarrollo urbano más cuidado, para poder conformar una pequeña villa atractiva para la vida tranquila, con servicios de calidad.