Oviedo, Á. FAES/ J. A. ARDURA

Antonio Trevín pasó ayer al «otro lado» de la trinchera presupuestaria. Delegado del Gobierno durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, le había tocado defender los designios del Ejecutivo central para Asturias. Ayer pasó al ataque para criticar el, a su juicio, «maquillaje tramposo» de las inversiones comprometidas por el PP. De entrada, redujo el volumen de inversión en más de 40 millones de euros. «No son 506 millones sino 466, porque hay que detraer 40 millones de expropiaciones que nunca se habían incluido antes en el concepto de inversión», aseguró el ahora diputado. «Nos aplican un lifting a lo bestia y con dolor», afirmó Trevín, quien dijo que la caída de la inversión en Asturias «pondrá en problemas a cincuenta empresas de la construcción y afectará a entre mil y dos mil empleos».

La diputada María Luisa Carcedo sostuvo que los primeros Presupuestos de Rajoy «son profundamente ideológicos y partidistas porque cargan la inversión en las dos comunidades que tendrán elecciones autonómicas el próximo año», en alusión a Galicia y el País Vasco. Cuestionó que se recorte un 50 por ciento la partida al parque de los Picos de Europa y que se «abandone la apuesta por el I+D+i y por un nuevo modelo productivo».

La reacción de Izquierda Unida mantuvo el mismo tono crítico que emplearon los socialistas. Fue su diputado Gaspar Llamazares quien llamó la atención sobre un Presupuesto que, a su juicio, «tiene más trampas que una escopeta de feria», porque, según explicó, se compara «de forma interesada» con las cuentas de 2011, «que no han sido ejecutadas» y no con las inversiones previstas con carácter plurianual. Con esta base, calcula Llamazares que el Gobierno de Mariano Rajoy le resta a Asturias 140 millones de euros y no los 50 que señalan en Madrid y que dejarían a la región como una de las menos perjudicadas.

Con estas cuentas, dice Llamazares que se ha pasado «de la poda, a la tala, que no son un parón y sí un frenazo, que constituyen un fraude electoral y que suponen una cura de hambre que llevará a la región a la anorexia social, la recesión y el desempleo». Acusó a la ministra de Fomento, Ana Mato, de mentir con los plazos de obras como la variante de Pajares o la Autovía del Cantábrico y de convertir el año 2016 «en la nueva fecha milagrosa para Asturias».