Nava,

MARIOLA MENÉNDEZ

La administración número 1 de Nava, conocida como El Templo de la Suerte, se convirtió ayer en el epicentro de la fortuna nacional al repartir 7.920.000 euros del primer premio de la lotería, que recayó en el número 49.820. La mayoría de los décimos fueron adquiridos por compradores habituales y el resto fueron distribuidos por dos establecimientos hosteleros de Pola de Siero y Oviedo entre sus clientes. La oficina es la misma que vendió en 2007 el gordo de Navidad, agraciado con 270 millones, y que regó de billetes diferentes concejos de Asturias.

La lotera, María José Mori Canteli, era ayer una mujer eufórica. Más aún cuando conoció que también había vendido el premio especial a la serie y fracción. «Estoy encantada, porque con estas cantidades es seguro que hay algún millonario». No en vano, el poseedor del décimo de la serie octava y fracción novena verá engrosada su cuenta corriente con tres millones de euros. La mujer afirmaba no conocer la identidad del afortunado y la única pista que tenía es que era uno de los abonados habituales del bar La Buena Viña, de Pola de Siero.

Mori vendió nada menos que 83 décimos del 49.820, un número fijo al que juegan en el café El Millenium, de Nava; el bar Montevideo de la Tenderina, en Oviedo, y en la mencionada La Buena Viña, de Siero. Cada boleto está agraciado con 60.000 euros, excepto el de los tres millones del premio especial. La lotera señalaba que sólo en su municipio habían sido afortunadas las 28 personas de la peña de la cafetería que está contigua a la administración, además de algunos clientes que adquirieron el número en ventanilla. Por lo que Nava se quedó con más de 1.680.000 euros en plena época de crisis.

Uno de los afortunados fue Jacques Sangrouber, con 60.000 euros. «Irán para la familia y también se guardará algo», decía. «Ahora todo el mundo está cagando en una teya», añadía, tirando de refranero popular. Y anunciaba que, aunque su hijo acaba de encontrar trabajo, el único capricho que se permitirán él y su mujer será un viaje a Suiza. Este naveto de adopción reconocía que es la primera vez que le toca la lotería y explicaba que conoció la noticia gracias a unos amigos que le dieron el aviso.

Después de más de veinte años tentando a la suerte con el mismo número también José Luis García, «Tato», la alcanzó ayer. Su esposa, Carmen Palacio, la que fuera concejala de Cultura en el anterior mandato socialista, asegura que aún no saben en qué gastarán el dinero, pero será básicamente «en vivir» porque considera que «no hace falta invertir mucho» pues su hijo está en el paro y ella en unos meses finalizará la prestación por desempleo. También a ellos es la primera vez que les sonríe la fortuna.

Esta lluvia de euros de Sábado Santo sacó a la calle en la villa de la sidra a decenas de vecinos, muchos de ellos agraciados, que lo festejaron hasta bien entrada la madrugada. Y se felicitaron porque la fortuna haya vuelto a llamar a la puerta de El Templo de la Suerte, que por tercera vez reparte un primer premio de la Lotería Nacional, tras haber dado otro segundo y un quinto, además del sonado gordo navideño de hace cinco años.

Pola de Siero, Franco TORRE

«Me voy a guardar algo para ir por fin de vacaciones. Hace nueve años que no las tengo y creo que me las merezco». Ana Belén González regenta, junto a su pareja Rommel Romero, la vinatería La Buena Viña de Pola de Siero, que ayer repartió entre sus clientes 4,2 millones de euros en premios gracias al número 49.820, del que el local es abonado desde hace cinco años. Ana Belén y Rommel regentan la vinatería desde septiembre, pero decidieron continuar el abono que había iniciado la propietaria del local y anterior responsable, por la demanda de los clientes.

En total, ambos repartieron 21 décimos entre los habituales y ellos se quedaron con dos. Uno de esos décimos es el agraciado con el premio extraordinario, de 3 millones de euros, aunque ayer desconocían a quién fue a parar. «Al principio me dijeron que eran 12.000 euros, y ya me conformaba con eso. Luego, al llegar al bar, me decían los clientes que no, que eran 60.000», explicaba la mujer, que hace partícipes del premio también a sus hijos, Amador y Marta María Simal, la cual acaba de abrir otro local en la Pola.

Curiosamente, González y Romero no pensaban abrir ayer La Buena Viña, ya que las fiestas de Semana Santa y la mala climatología estaban afectando mucho al negocio. «El viernes hicimos 30 euros de caja, y pensábamos descansar. Pero entonces empezaron a llamarnos, y cuando vi las llamadas y cogí el teléfono, ya de tarde, me dijeron lo de la lotería. Yo no me había enterado porque siempre lo miramos en LA NUEVA ESPAÑA, pero como no había periódico el sábado por la fiesta?», relataba. Finalmente, decidieron abrir el local para celebrar una pequeña fiesta íntima con sus clientes, ya bien avanzada la tarde.

Lo único que lamenta la pareja es no haber podido vender todos los décimos, ya que no los reservan y las fiestas han afectado a la afluencia de la clientela. Con todo, el premio deja algunas historias curiosas, como la de un cliente que llegó a comprarlo in extremis, cuando ya estaban devolviendo los décimos a la administración, o como la del décimo que la pareja regaló a la familia que regenta el bar Cangas de El Berrón, amigos suyos, que se enteraron del premio en Orense. Lo que ahora tienen claro es que seguirán abonados al mismo número, el que les ha hecho saltar de alegría en una fría Semana Santa.