Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Pasar el arco costará un triunfo. Los problemas de saturación en los controles de embarque del aeropuerto de Asturias se agravarán a partir de junio -con la entrada en servicio de los vuelos de verano- si no se subsanan los recortes que se han llevado a cabo en las plantillas de seguridad privada y asistencia al viajero de la terminal. La advertencia es de los propios trabajadores del aeródromo, que achacan a la falta de operarios en los pasos de seguridad las largas colas que se produjeron durante los últimos días ante los controles de acceso. La situación llegó a tal punto el domingo que, incluso, provocó que se quedaran en tierra una veintena de viajeros al coincidir en un corto espacio de tiempo tres despegues de aviones, dos de ellos hacia Barajas (Madrid) y otro a El Prat (Barcelona).

«Lo del domingo fue sólo un pequeño anticipo de lo que sucederá en el verano, cuando se incremente el número de servicios regulares y de vuelos chárter, en el caso de que no se amplíe el número de efectivos», alerta Juan Manuel Noval, presidente del comité de empresa del aeropuerto. Y es que los problemas de la Semana Santa que amenazan con agravarse en los próximos meses llegan después de que la dirección de la terminal decidiera, el pasado día 1, una drástica reducción del servicio de atención al cliente -conocido como «chaquetas verdes» por su vestimenta-, que se encarga de realizar un primer filtro ante los controles de embarque. En este caso, la plantilla ha pasado de las seis trabajadoras con dedicación exclusiva, que venían prestando sus servicios en la terminal desde hace diez años, a una sola operaria que únicamente está cuatro horas al día, y de lunes a viernes. Además, también se ha recortado el número de empleados de seguridad en los controles de acceso. Ahora son cuatro, una cantidad insuficiente para el comité de empresa y para veteranos trabajadores del aeropuerto. «En esta situación, y ante el incremento de viajeros por la llegada Ryanair, los trabajadores no dan abasto y es normal que se produzcan grandes colas, ya que no se pueden abrir los dos arcos de seguridad, sino uno solo», subraya Luis Fernández, empleado con una larga experiencia en Santiago del Monte y muy crítico con la gestión del actual director del aeródromo, Carlos Domingo San Martín Castaño. Y desde el comité de empresa, Juan Manuel Noval también critica a San Martín por no haber cubierto el puesto vacante de una agente del servicio de Apoyo y Atención a Pasajeros, Usuarios y Clientes (APUC) del aeropuerto que se encuentra de baja.

Antonio Trevín, diputado asturiano del PSOE, ha presentado en el Congreso una batería de interpelaciones al Gobierno en las que pone de manifiesto que desde principios de abril se registran «largas colas» ante los controles de seguridad de Santiago del Monte, que «hacen perder el vuelo a decenas de pasajeros». Trevín pregunta por qué causas se producen y también se interesa por lo que considera «drástica reducción» del personal de «chaquetas verdes» y del servicio de seguridad de la terminal, así como por la posible relación de estos recortes con la saturación en los controles.