Oviedo, Eloy MÉNDEZ

Parálisis total en la Administración regional. El Gobierno de Foro Asturias emitió ayer un comunicado en el que reconoce que, desde hace casi tres meses, sólo gasta «en atención de nóminas de funcionarios y demás atenciones estrictamente imprescindibles», debido a que en el decreto de prórroga presupuestaria no están incluidos los créditos destinados a financiar numerosas actuaciones, entre ellas, obras plurianuales. Esto implica que los impagos proseguirán hasta la formación de un nuevo Ejecutivo, que podría retrasarse hasta el inicio del verano. Esta paralización ha generado un superávit de 68,5 millones de euros. Es decir, el Principado acumula dinero en plena crisis por la incapacidad para articular medidas que permitan cumplir con las obligaciones adquiridas.

El ejecutivo de Francisco Álvarez-Cascos asumió ayer la imposibilidad de hacer frente a muchas de sus facturas y culpó al PP y al PSOE de haberle impedido sacar adelante la ley de endeudamiento con la que quería afrontar estas partidas. Una situación que se retrotrae al momento en el que presidente regional, ahora en funciones, disolvió la Cámara para la convocatoria de nuevas elecciones y posteriormente intentó que la Diputación Permanente aprobase la petición de créditos, una medida que rechazaba un informe del letrado mayor de la Junta y que no respaldó el resto de formaciones políticas, al entender que esa acción correspondería a la Cámara y no a este órgano.

Expertos consultados por este diario consideran que el Gobierno tendría a su alcance mecanismos presupuestarios para superar esta situación de bloqueo contable, y apuntan que «nunca antes se había presentado la liquidación por trimestres, ya que siempre se hace a final de año». Además, subrayan que en otras administraciones se han dado casos de prórrogas presupuestarias en las que se daba cabida a las operaciones de endeudamiento para asumir las inversiones plurianuales o incluso cambios en prórrogas presupuestarias aprobadas anteriormente.

Algo a lo que no parece dispuesto el gabinete de Álvarez-Cascos, que compara los 68,5 millones de superávit del primer trimestre de este año -con 795.175.879 euros de ingresos y 726.667.223 euros de gastos- con los 229,7 de déficit registrados en el mismo período de 2011, cuando gobernaba Vicente Álvarez Areces. Aunque atribuye parte de este acumulado a las «medidas de contención» aprobadas en los últimos meses, el balance positivo se debe, casi en su totalidad, a la imposibilidad de asumir numerosas partidas por culpa de la encorsetada prórroga presupuestaria aprobada, que no permite recurrir a unos créditos que solucionarían las deudas acumuladas con numerosas empresas.