Oviedo, J. A. ORDÓÑEZ

La conspirativa teoría casquista del «pacto de La Zoreda» y del «PPSOE» -basada en un supuesto acuerdo contra natura entre las dos grandes fuerzas políticas para repartirse el poder en la región- traspasa fronteras. La líder de la extrema derecha francesa y presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha acuñado el término «UMPS», uniendo las siglas de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Sarzkozy con las del Partido Socialista, para identificar el «bloque de poder» contra el que esta política racista y antieuropea se presenta como alternativa, en plena campaña para las presidenciales francesas.

El «UMPS» sería la variante gala de extrema derecha de ese «PPSOE» que ha presidido el discurso de Francisco Álvarez-Cascos durante los últimos meses. Justo hasta que, tras las últimas elecciones y ya con cinco diputados menos que los socialistas, el ex ministro entabló las negociaciones con el PP para tratar de seguir en el Gobierno.

El de Marine Le Pen, hija y sucesora del también líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen, es un recurso gemelo -en la teoría de la conspiración contra sus intereses- al empleado por Cascos y Foro para justificar el fracaso de su Gobierno o para pedir el voto en las dos campaña electorales a las que ha concurrido esta formación. El presidente en funciones del Principado ha asegurado en varias ocasiones que esa supuesta pinza entre socialistas y populares ha obstaculizado la acción de su Ejecutivo hasta provocar la convocatoria de elecciones anticipadas. También ha sostenido que Foro es la única alternativa a la «decadencia» y a las políticas -a su juicio- agotadas del bloque PPSOE. En el caso de Marine Le Pen -que reclama el restablecimiento de la pena de muerte, prohibir la discriminación positiva sobre las minorías o abandonar el euro- es el UMPS quien se lo impide.