Las negociaciones políticas que tienen posibilidades de fructificar en acuerdos suelen tener un componente privado, secreto, importante. Cuando todo se hace de cara a la galería es fácil presuponer que lo que se busca es, sobre todo, propaganda, sacar la mayor rentabilidad ante la opinión pública. Eso fue lo que pasó tras las elecciones del 22 de mayo del año pasado entre Foro Asturias y el Partido Popular. Sólo hubo escenificación. Francisco Álvarez-Cascos habló a título personal con algún dirigente regional del PP para conocer sus intenciones, pero todo quedó ahí, en una primera y única toma de contacto. Lo demás fue lo ya conocido, que era lo esperado: ni acercamiento entre ambas fuerzas políticas ni nada de nada.

La estrategia de Cascos en aquel momento era, como después quedó demostrado con los hechos, intentar ocupar todo el espacio de la derecha asturiana, haciendo desaparecer al PP o dejándolo como un partido testimonial. Para ello había previsto lograr grupo parlamentario en el Congreso en las elecciones generales del mes de noviembre, con escaños aquí y en Madrid. El siguiente paso era adelantar los comicios autonómicos para refrendar su supuesto éxito nacional y reforzar su poder en Asturias con un nuevo Gobierno autonómico respaldado por un partido con mayoría absoluta, o casi. En este segundo caso siempre cabría una operación similar a la que llevó a Esperanza Aguirre a la Presidencia del Ejecutivo de la Comunidad de Madrid. Y mantuvo su plan a pesar del fracaso en las legislativas.

Todo quedó en política ficción y el ahora presidente del Principado en funciones se ha visto obligado a cambiar la partitura. Seguro que no le ha sido fácil, pero no le quedaba otra después de perder cuatro escaños el pasado 25-M. Se ha sentado a negociar de tú a tú tanto con la popular Mercedes Fernández como con el diputado de UPyD Ignacio Prendes. Lo que falta por saber ahora es si, como sucedió entre el PSOE e IU, estas reuniones abiertas, conocidas por todos, tienen continuidad en otras de carácter privado, secreto. Que se sepa, desde el lunes no ha habido más contactos entre Cascos y Mercedes Fernández y, que se sepa, no hay ninguna reunión prevista para los próximos días. O es que han roto o no lo están contando todo.