Oviedo, P. GALLEGO

Si el programa electoral debe ser el mapa que guíe el pacto del que saldrá el próximo Gobierno de Asturias, los de UPyD y Foro Asturias presentan serios puntos de fricción. Principalmente, en varios de los grandes temas de cualquier acuerdo de gobierno relacionados con la gestión de la sanidad y la educación -que el partido de Rosa Díez quiere devolver al Estado-, el diseño del sistema fiscal o el futuro de la minería del carbón. Al otro lado, dentro de las coincidencias que la diputada de Foro Cristina Coto detectó en el programa «de cambio» de UPyD, aparecen una gestión transparente de la Administración, una mayor exigencia de productividad a los funcionarios, el apoyo a los emprendedores y el refuerzo de la ganadería y la investigación.

Ambos partidos señalan la atención sanitaria, la educación y los servicios sociales como «prioritarios». UPyD, como Foro, defiende un sistema sanitario de cobertura universal y financiación pública basado en los principios de equidad, gratuidad y calidad y no duda en afirmar que adoptará «todas las medidas que sean precisas para garantizar su calidad y su viabilidad futura». Pero mientras Foro centra su programa en la gestión autonómica de la salud, UPyD defiende que ninguna comunidad podrá superar el resto del sostenimiento del sistema de salud de forma aislada del resto del país y que las medidas que se tomen en Asturias servirían para preparar «la recuperación de esta competencia por parte del Estado».

El mismo problema aparece en el apartado dedicado a educación. Aunque ambos partidos señalan la educación como un «pilar básico para el cambio y el despegue» en el desarrollo de la región, UPyD insiste en su deseo de que, como propone para la sanidad, las competencias en educación se devuelvan al Estado. Foro defiende, para el Principado, la libertad de elección de centro y que se revisen los criterios y los mapas de escolarización. Ambos coinciden en defender el bilingüismo y en la necesidad de reformar de cabo a rabo la Formación Profesional, cuyo modelo ven obsoleto.

En el apartado del sistema fiscal, UPyD critica que los asturianos soporten una de las presiones fiscales más elevadas. En los anteriores gobiernos «se ha tratado de buscar la solución al desfase entre gastos e ingresos públicos por la vía de más ingresos y no por la vía de una mayor eficiencia en el gasto», explican en su programa, pero «no seremos nosotros quienes prometamos una rebaja fiscal indiscriminada en plena crisis económica, como hacen otros partidos, una quimera populista inviable, mera propaganda electoralista». Foro, en su programa, propone bajadas en los impuestos de sucesiones y donaciones, transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados o en las tasas sobre el juego. Además, plantea la generalización del canon de saneamiento, incluso para quienes no vierten a las redes de alcantarillado.

Siendo importantes estos cuatro puntos, quizá sea la postura que cada partido defiende sobre el futuro de la minería del carbón una de las más difíciles de superar a la hora de lograr un pacto a tres bandas que -si Foro y el PP consiguen firmar un acuerdo- dé a la derecha, con la ayuda de UPyD, el Gobierno regional. Ante la decisión de las instituciones comunitarias de poner punto final a las ayudas públicas para las minas no rentables en 2018, UPyD pide «afrontar la realidad de una vez», en vez de protagonizar una «huida hacia delante» reclamando que las ayudas se alarguen.

El tiempo que queda, defienden, debería invertirse en «preparar las zonas afectadas para el paulatino desmantelamiento de las explotaciones no rentables». Foro, en cambio, apoya el mantenimiento de la minería del carbón más allá de 2018 y su carácter de «reserva estratégica». Para UPyD, el carbón debe ser una «fuente energética alternativa», y ponen la vista en las renovables, con la intención de que en 2020 ocupen el 20 por ciento del «mix energético» regional.

Como el líder de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, y el diputado de UPyD Ignacio Prendes ya señalaron, no sólo hay diferencias entre sus programas electorales, sino también «importantes coincidencias». Éstas pasan, por ejemplo, por acometer una profunda reforma y simplificación del «entramado» del sector público asturiano, compuesto por empresas públicas, organismos y fundaciones. La reforma incluiría la supresión de «aquellos que realicen actividades innecesarias, prescindibles, duplicadas o que puedan ser desempeñadas más eficientemente por el sector privado».

En cuanto a la Administración regional y sus funcionarios, ambos partidos proponen una «racionalización de las plantillas» e incrementar la «productividad» de los empleados públicos. Además de impulsar la Administración electrónica, Foro y UPyD quieren impulsar «controles adicionales», a través de la Intervención General, sobre el gasto y la ejecución presupuestaria. Los partidos de Álvarez-Cascos y Rosa Díez también coinciden en señalar a los emprendedores como «palanca decisiva» para la «impulsión» de la actividad económica, para lo que proponen un plan específico, menor burocracia, y ayudas para buscar financiación.

En cuanto a la ciencia, ambos aspiran a poner en marcha un plan estratégico para reorientar, coordinar y canalizar las actuaciones en materia de I+D+i, aunque UPyD quiere utilizar para ello la Ficyt, que Foro aspira a eliminar. En asuntos de agroganadería, ambos señalan las explotaciones de leche y carne e impulsar la gestión forestal.