Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

El aeropuerto de Asturias abre desde ayer los dos arcos de seguridad de la puerta de embarque en las horas de mayor tránsito aéreo, una medida con la que la dirección del aeródromo espera erradicar las colas de viajeros que se venían registrando desde principios de mes ante los puntos de control previos al acceso a los aviones. Esta situación motivó que, al menos, una veintena de pasajeros que disponían de billete se quedaran en tierra al no poder superar a tiempo los filtros de seguridad, que llegaron a verse colapsados.

Según el comité de empresa, estos problemas obedecieron a los importantes recortes en el personal de atención al cliente («chaquetas verdes») y de seguridad privada, coincidentes con un incremento del pasaje por la implantación en la terminal de Ryanair para volar a Madrid y a Barcelona. La dirección, tras las quejas de los usuarios, ha decidido destinar un guardia de seguridad más a la zona de embarque, lo que permitirá mantener abiertos los dos arcos de seguridad a primera hora de la mañana y última de la tarde, cuando coinciden varios despegues en cortos períodos de tiempo. El presidente del comité de empresa, Manuel Noval, aseguró ayer que la medida supone « sólo un principio» para la solución de los problemas en el área de embarque, ya que, a su juicio, en el verano, con más vuelos, será necesario un mayor refuerzo de personal para evitar el colapso de los controles de seguridad.

Por otro lado, el Gobierno regional en funciones anunció ayer que instará a AENA para que ponga en servicio el radar de superficie instalado hace años en Santiago del Monte y que, según los portavoces del Ejecutivo, ya debería haber entrado en servicio el pasado año. El Gobierno forista, que celebra la decisión de Fomento de mantener el control del tráfico aéreo en la terminal, también reclama del ente gestor el aprovechamiento del segundo «parking» ya realizado en la terminal asturiana como aparcamiento para largas estancias.

Por otro lado, la nueva jornada de huelga convocada por el sindicato de pilotos (Sepla) en Iberia conllevó ayer menos problemas en la ruta que une Santiago del Monte con la terminal madrileña de Barajas. Seis de los ocho vuelos cancelados por los paros fueron operados por Air Nostrum, filial regional de Iberia.