Oviedo, J. ORDÓÑEZ

Desprendimientos como el que ha cortado la Ruta del Cares a la altura de Culiembro han sido frecuentes en el corazón de los Picos de Europa a lo largo de la historia. Para recuperar los caminos afectadas por estos derrumbes los pastores han venido instalando unos pasos artificiales denominados «armaduras». Consisten en la acumulación de enormes pedruscos, hasta restaurar la senda, en el caso de que exista una base firme bajo el desprendimiento. De no ser así, y ante la aparición de precipicios, los lugareños solucionaban el asunto instalando una especie de andamiajes que trababan a base de maderas y piedras.

El montañero Francisco Ballesteros, autor de varios libros sobre los Picos de Europa, asegura que algunas de las «armaduras» realizadas por los pastores causan «verdadero asombro». Sin embargo, ante las imágenes que ha visto en LA NUEVA ESPAÑA, y a falta de un examen en detalle, pone en duda que el derrumbe de Culiembro pueda solucionarse al estilo tradicional. «Parece que ha quedado un gran precipicio, sin apoyos, y que, por tanto, será necesaria una gran obra de ingeniería», subraya Ballesteros.