Oviedo, Félix VALLINA

El presidente de Hostelería de Asturias, José Almeida, hace un hueco a la hora de la comida para atender a LA NUEVA ESPAÑA en su restaurante del Fontán. Está convencido de que el sector al que representa se juega mucho en los próximos meses y piensa que la única fórmula para luchar contra las adversidades se compone de «trabajo e ilusión». Eso sí, para poder salir adelante «es necesario un poco más de apoyo de los políticos, que a veces se echa de menos».

-¿Le apetece hablar de la crisis o ya le aburre?

-La crisis es algo que está ahí y que no se puede obviar. En nuestro sector se está notando mucho, pero a nosotros sólo nos queda poner todo de nuestra parte para luchar contra ella y atajarla cuanto antes, en caso contrario estaríamos condenados al desastre.

-¿Pero qué consecuencias está teniendo para el sector?

-La crisis es sinónimo de amargura, de infelicidad, de preocupaciones... Nuestro sector se encarga del disfrute y del ocio, por lo que la crisis impacta de manera directa contra nuestros negocios.

-Hay quien dice que ustedes se quejan de vicio, que a pesar de la mala situación económica nunca hay una mesa libre en los restaurantes asturianos.

-Desgraciadamente esa es una afirmación populista y desafortunada. Me imagino que lo dirán por algún sábado por la noche o por algún domingo a mediodía. Quisiera que los que dicen eso viesen cómo están las mesas cualquier otro día.

-Cada vez son más los esfuerzos en pos de la profesionalización del sector hostelero asturiano. ¿Tenemos prestigio a nivel nacional?

-Siempre se dijo que antes había mejores profesionales de hostelería que ahora, pero yo discrepo. Nunca ha habido profesionales mejor formados que los de hoy en día. Está clarísimo que la formación es uno de los caminos que hay que seguir para avanzar y que es totalmente necesaria para ofrecer lo que piden los clientes. La formación es el mayor potencial que tiene el sector y en Asturias se está trabajando en esa línea. Creo que somos una región con muchísimo potencial y respetada en toda España, pero hay que seguir luchando.

-¿Qué importancia tiene el asociacionismo para el sector?

-Nuestra asociación lleva funcionando desde 1977 y tiene una gran importancia. La labor de nuestro colectivo, con más de 1.600 asociados, está sirviendo para que los problemas que tiene un hostelero en el centro de Oviedo y los que tiene otro en Luarca se tomen en la misma consideración y reciban el mismo respaldo. Cuantas más voces seamos, mejor se nos escuchará. El asociacionismo es la vía para que se respeten nuestros derechos.

-¿Cuáles son los problemas más graves que tiene ahora mismo la hostelería?

-Son muchos, pero uno de los más graves es la normativa a la que estamos sujetos. El legislador, durante los últimos diez años, se ha dedicado a «hiperlegislar» nuestro sector sin ponerse nunca en la piel del que está detrás de la barra. Hay muchas leyes buenas y necesarias, pero hay que tener un poco de mano izquierda a la hora de aplicarlas. Por ejemplo, la del tabaco. Es cierto que el humo es malo y perjudica la salud, pero el problema se afrontó en un contexto económico que ha sido terrorífico para el sector. Todavía nos estamos resintiendo.

-Y ahora la polémica se ha trasladado a las terrazas. Hace poco que ustedes denunciaron que hay más de doscientos hosteleros que han sido expedientados por dejar fumar en esos espacios.

-Sí. Es otro ejemplo de una ley que nos perjudica gravemente. Acabo de estar en un congreso en San Sebastián con hosteleros de toda España y en ninguna comunidad está ocurriendo lo que pasa en Asturias. Los profesionales asturianos estamos cumpliendo a rajatabla la ley y recibiendo muchas presiones en ese sentido.

-¿Cree usted, entonces, que el Principado, a través de la Consejería de Salud, está siendo muy duro con el sector?

-El problema es que desde que empezó está legislatura no hemos tenido un solo contacto con la Consejería para abordar este problema. Los políticos, durante sus campañas, hablan constantemente de ayudar a la hostelería o de lo importante que es el turismo para la región, pero después hay que materializarlo. En realidad, el problema es del legislador en Madrid, pero el político al que los asturianos votamos para que sea presidente tiene que hacerse cargo y luchar para solucionar las problemáticas de Asturias. Sólo pido que se pongan de acuerdo; los hosteleros, que competimos por los clientes, somos capaces de sentarnos y llegar a acuerdos, ¿por qué ellos no pueden?

-¿Se sienten desamparados por los políticos?

-En muchas ocasiones sí que notamos una falta de sensibilidad. Me imagino que gobernar es difícil, pero no fui yo quien se presentó a las elecciones. Por lo tanto tendrá que gobernar quien se haya presentado. Parece que cuando Arcelor presenta sus problemas se le escucha y que cuando somos nosotros nadie lo hace. Creo que aportamos más de lo que nos aportan.

-Desde el punto de vista del sector, ¿qué balance haría de ésta legislatura?

-Creo que Asturias perdió el tiempo empleado en la anterior legislatura. Llevamos casi diez meses perdidos en los que Asturias no sabe en qué situación está. No hubo un plan estratégico de turismo, no ha habido un trabajo con el sector...

-Usted que está a pie de barra, ¿qué piensan los clientes?

-Es evidente que hay pluralidad política, se ha visto en las urnas. Eso sí, todos coinciden en que hay que empezar a gobernar con mano firme, sean del color que sean.

-¿Le están afectando mucho al sector la falta de conexiones aéreas?

-Aquellas regiones que tienen conexiones aéreas importantes tienen una afluencia turística tremenda. No es nuestro caso y eso es una verdadera pena. Para venir a Asturias son todo trabas, estamos totalmente incomunicados.

-¿Y la alta velocidad?

-Es una reivindicación que lleva en el candelero muchos años y que es totalmente necesaria si queremos competir con otros puntos de España en materia de turismo.

-¿Qué tal les va en su lucha contra la Sociedad General de Autores?

-Siempre estaremos a favor del derecho de los autores, pero estaremos en contra de la SGAE y de las otras ocho instituciones que se dedican a cobrar. Estamos pagando más de lo que debemos y eso no puede ser. Estamos esperando la resolución del Tribunal de la Competencia con respecto a una denuncia presentada por tres de nuestros asociados y creemos que esa sentencia puede marcar un antes y un después.

Contra los golpes de la crisis

José Luis Álvarez Almeida (Oviedo, 1970), propietario de los restaurantes Latores y Casa Amparo, preside desde el verano de 2009 la patronal de la hostelería asturiana, con 1.600 asociados y 35 años de historia. Accedió al cargo en el mes de junio de 2009 después de ocho años en la junta directiva del anterior presidente, Alfredo García Quintana, los cuatro últimos como vicepresidente. Desde que llegó al cargo, Almeida representa a un sector con un peso notable en la economía asturiana y, tal y como reconoce, fuertemente golpeado por la crisis del consumo.