Oviedo, Pablo GALLEGO

Antes de que llegue el próximo 27 de junio Asturias tendrá un nuevo presidente. Lo habrá por la aplicación del artículo 173 del reglamento de la Junta, que da un margen máximo de dos meses desde la constitución del Parlamento, celebrada el pasado viernes 27 de abril, para elegir al nuevo jefe del Ejecutivo. Y el reglamento, según explicó el nuevo presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo, en la entrevista que concedió a LA NUEVA ESPAÑA, está para cumplirlo, más allá del proceso judicial abierto por el escrutinio del voto emigrante. «Es un Parlamento legal y válidamente constituido; puede resolver ese trámite», defendía Sanjurjo. Sea con 44 diputados, como tiene ahora, o con 45 si el Tribunal Constitucional admite el recurso del PSOE, la Junta General celebrará el debate y la posterior sesión de investidura del que será el noveno presidente del Principado.

Pero que esa elección, habida cuenta de lo fragmentada que está la nueva Cámara legislativa, se haga con todos los diputados que la componen o con uno menos abre un abanico de combinaciones que, a falta de una resolución firme, complica el escenario de los pactos. Estas son las posibilidades.

l Con 45 diputados y sin acuerdo entre los partidos de la derecha. Si finalmente Foro Asturias y el Partido Popular no logran llegar a un acuerdo firme para votar a un único candidato, el aspirante socialista, Javier Fernández, será el nuevo presidente del Principado. El líder de la Federación Socialista Asturiana (FSA) lo lograría en la segunda votación, incluso sólo con el apoyo de los 17 diputados socialistas. En la primera votación se enfrentaría al actual presidente en funciones, Francisco Álvarez-Cascos -que obtendría los 12 votos de sus diputados- y a la popular Mercedes Fernández, que obtendría 10 votos, tantos como escaños tiene su grupo.

Los dos candidatos más votados en la primera votación -Javier Fernández, con 22 votos (17 del PSOE y 5 de IU) y Álvarez-Cascos, con 12- pasarían a la segunda, que se celebraría 48 horas después. Si, en esa situación, el PP se abstiene y rechaza apoyar a Cascos, Javier Fernández sería el presidente, según se indica en el primero de los arcos parlamentarios que ilustran esta página. Sería una reedición, aunque con otro color político, de lo sucedido en julio del año pasado con Francisco Álvarez-Cascos, de Foro. Si los populares, en vez de abstenerse, votan a Foro, IU apoyaría al PSOE, lo que causaría un empate a 22 entre la derecha y la izquierda. UPyD tendría el voto definitivo, como se ve en el segundo arco.

l Con 45 diputados y con acuerdo entre Foro y el PP. En esta situación el voto del diputado de UPyD, Ignacio Prendes, sería decisivo desde el principio de la sesión de investidura. Apoyase al candidato de la derecha, o al de la izquierda -que contaría con los votos del PSOE y e IU, conforme al pacto de investidura ya acordado entre ambas fuerzas-, el elegido sumaría 23 votos, la mayoría absoluta en la Cámara. El nuevo presidente saldría elegido en la primera votación, con sólo un escaño de diferencia frente a su rival.

l Con 44 diputados y sin acuerdo en la derecha. La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que el viernes anuló las papeletas del voto emigrante enviadas directamente a la Junta Electoral sin pasar por el consulado, alteró el reparto de fuerzas en el Parlamento. La elección del nuevo presidente se celebraría con 44 parlamentarios si el Tribunal Constitucional no admite el recurso de amparo que, hoy mismo, presentará el PSOE, a la espera de que se repitiesen esos comicios. Si las fuerzas de la derecha, Foro y el PP, llegasen a la primera votación sin acuerdo se repetiría el primero de los escenarios. Javier Fernández, del PSOE, lograría 21 votos -de los 16 diputados con los que le dejó el TSJA y los 5 pactados con IU-, Foro 12 y el PP 10. En la segunda votación, si los populares no apoyan a Cascos, Javier Fernández sólo necesitaría el voto de sus 16 diputados actuales. Pero, si los populares deciden apoyar al líder de Foro en esta segunda votación, el escenario sería mucho más complicado.

l Con 44 diputados y acuerdo en la derecha. Esta posibilidad pondría sobre los hombros del diputado de UPyD, Ignacio Prendes, toda la responsabilidad a la hora de elegir al nuevo presidente regional.

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