Oviedo

Hasta su venta a los Monje, Constructora Hispánica trabajaba casi exclusivamente para el Ministerio de Fomento, del que obtenía alrededor del 80% de su facturación. Hispánica era propiedad entonces del empresario Alfonso García Pozuelo Asins, que se deshizo de ella tras estallar el escándalo del «caso Gürtel» de supuesta corrupción que salpicó a varias administraciones del PP.

En Asturias, Constructora Hispánica trabajó entonces, entre otras obras, en la reforma del estadio de El Molinón y en la variante de Pajares, donde la empresa se hizo, junto a Copcisa, Fernández Constructor y Azvi, con un contrato de 220 millones de euros en la época de Aznar en la Presidencia del Gobierno y Álvarez-Cascos en el Ministerio de Fomento. La investigación de «Gürtel» desveló que Hispánica pagó 4,1 millones al grupo de Francisco Correa por contratos del AVE.

Hispánica, que logró también numerosas adjudicaciones en los ayuntamientos de Boadilla, Majadahonda y Pozuelo (todos ellos en Madrid), apareció en las escuchas de «Gürtel» junto a firmas como Teconsa (también con obras en Asturias, caso del enlace de las autovías en Mieres), y Begar, que, igual que Hispánica, contrató con ayuntamientos de la sierra madrileña. Teconsa y Begar comparten orígenes. Teconsa fue impulsada por el empresario leonés José Luis Martínez Parra, bien relacionado en el PSOE y en el PP. Junto a Martínez Parra trabajó inicialmente el también leonés José Luis Uribarri Comerzana, que fue propietario de Tele Oviedo y que, tras dejar Teconsa, creó Begar. Uribarri está representado en el «caso Gürtel» por Ignacio Peláez Marqués, que denunció luego al juez Baltasar Garzón por las escuchas realizadas en prisión.