Escribía hace unos días en este periódico, utilizando una expresión del presidente francés Nicolas Sarkozy, que el Gobierno socialista de Zapatero/Rubalcaba nos había puesto de rodillas ante la brutal crisis económica que padecemos. Y lo había hecho por negar la crisis y por no tomar las medidas correctoras durante el año 2008. También comentaba que, en lugar de hacer lo que en la actualidad está haciendo el Gobierno de Rajoy, se dedicó a adoptar medidas de complacencia popular y a malgastar el dinero público, y que, como consecuencia de ello, sufriremos los efectos durante años.

Es innegable que la nefasta política a nivel nacional nos repercutió en Asturias de la misma manera que en otras autonomías. Pero también hay que resaltar determinados aspectos específicos de nuestro Principado, pues el desastre nacional fue acompasado con el despilfarro económico del Gobierno socialista asturiano. En el ultimo año y medio del Gobierno socialista del Principado se incrementó el endeudamiento neto en 665 millones de euros, casi un 70% más que toda la deuda que tenía anteriormente. Por lo tanto, necesitaron en solo dieciocho meses más dinero prestado que todos los gobiernos anteriores de Asturias.

Pero no se contentaron con estas cifras. El presidente Álvarez-Cascos anuncia en agosto del 2011, durante la inauguración de la Feria de Muestras de Gijón, que habían aparecido 211 millones de euros de gasto sanitario comprometido que no estaba consignado en los Presupuestos, es decir, que el Gobierno socialista de Álvarez Areces lo había ocultado. Si ustedes suman las cantidades anteriores, les darán 876 millones de euros de desfase. Pero no quedan ahí las cosas. Las crisis no salen gratis y, como consecuencia de ella, en el año 2011 hay un desfase en el capítulo de ingresos del Presupuesto asturiano de 350 millones de euros. Sumen y sigan. En los dos últimos años de Gobierno socialista las desviaciones presupuestarias en el Principado de Asturias llegaron a los 1.226 millones de euros. Las cifras son realmente aterradoras, y nos costará años recuperarnos.

Sería imposible enumerar en un artículo todos los despilfarros realizados a lo largo de los últimos años, pues necesitaría un periódico entero. Pero déjenme que les comente los más llamativos que yo conozco:

El puerto de El Musel: una ampliación de 500 millones de euros difícil de argumentar. Pero, además de los discutibles 500 millones, todavía aparecen 216 millones más de sobrecoste, que, a juicio de más de uno, este asunto bien investigado podría traer muchos problemas para unos cuantos. Hoy mucha gente en Asturias se echa las manos a la cabeza cuando Madrid pide una subida del 30% de las tasas, pero algunos de ellos son los que aprobaron el sobrecoste y no subieron las tarifas en diez años, cuando la inflación lo hacía en más de un 25%. ¿Y no tienen responsabilidades? Yo diría que sí, y lo que habría que hacer es exigírselas. Tengan en cuenta que lo mismo hubiera pasado en el puerto de Avilés, donde estaba prevista la construcción de la fase 3.ª de la margen derecha por 70 millones de euros, cuando no se necesita y, además, llevaría al Puerto a pérdidas, por lo que tendría las mismas consecuencias que en El Musel. Por suerte, se llegó a tiempo y nunca se hará, pues Avilés jamás llegara a los 9 millones de toneladas que algún iluminado predijo.

El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA): un hospital que comienza con un presupuesto inicial de 185 millones de euros. Se modifica a 240 millones y termina en 350 millones. Es decir, un sobrecoste de 110 millones sobre el rectificado. Con dos años de retraso por todos los problemas que tiene. Pero, además, con un vestíbulo descomunal y desproporcionado, unas habitaciones pequeñas, una uci sin iluminación natural, costes energéticos de un 40% mayores que los actuales. Y encima, se hace un nuevo hospital en Mieres de muy difícil justificación, pues está a tan sólo diez minutos por autopista del HUCA.

La «Y» de Bimenes: un enlace que une el valle del Nalón con la autopista de Oviedo a Villaviciosa. Con un retraso desde que se adjudica de más de seis años. Comienza en 130 millones de euros y termina en 175, con un sobrecoste de 45 millones de euros.

La ZALIA: con una inversión estimada de 450 millones de euros. Si miran las hemerotecas y leen la de tonterías que se dijeron sobre las maravillas de ella, quedarían estupefactos. Pero, y los conozco bien por ser consejero de la misma, les voy a dar algunos datos. En el primer consejo al que asisto pregunto por los accesos, y descubrimos que no estarían listos hasta después de dos años de terminada la primera fase. Por consiguiente, durante dos años, para llegar a la ZALIA habría que transitar por una carreterucha en que malamente se cruzan dos camiones. Alguno se preguntará cuánto costaban los accesos, pues aquí lo tiene, 154 millones, que, por supuesto, tendría que pagar el Principado. Pero no lo pierdan de vista, ningún consejero había preguntado sobre ello. La única pregunta realizada por un consejero era su preocupación por una multa de la Consejería de Cultura ¡de 1.275 euros a una señora por tirar un horreo! Más temas, se terminaba la primera fase y no estaban previstas las acometidas de agua y electricidad, presupuestadas en 26 millones de euros. Nos hacemos cargo de la ZALIA y de entrada reducimos 13 millones euros esta partida. Es tal despropósito que a día de hoy, y según el proyecto, se deberían haber vendido 300.000 metros cuadrados y hay vendidos 4.500. Con un problema en los próximos años brutal, pues habrá que renegociar la deuda, ya que no se podrá pagar al vencimiento.

La Isla de la Innovación: otro sueño de grandeza. Eso sí, éste no tan caro. Un proyecto de un millón de euros que acabará en un cajón, pues no tiene ningún sentido sin las dos principales obras que debería acometer el Estado, cuales son los accesos al puerto de Avilés y la solución de la barrera ferroviaria. Total, nada, unos 300 millones de euros. ¿Ustedes creen que, dada la situación económica de España, va a gastar el Estado 300 millones en Avilés? No sé si me dan ganas de llorar o de reír.

La Fundación Niemeyer: no quiero entrar a fondo, pues necesitaría varias páginas, pero, fíjense, llevo nueve meses de patrono de ella y todavía no hubo ningún consejo, no se atreven a reunir a los patronos. He pedido las cuentas cuatro veces por burofax, no me las han mandado. He pedido la relación de proveedores y lo que se les debe a cada uno, no me la han enviado. Qué quieren que les diga, en mis 55 años jamás había visto una cosa tan insólita, es una tomadura de pelo hacia los patronos que raya casi en lo penal.

Si a los casos anteriores les unimos las decenas de museos y equipamientos que nunca se debieron de haber hecho, y que habrá que cerrar en los próximos meses por falta de dinero, y terminamos con el «caso Marea», la corrupción producida en la Consejería de Educación, habremos realizado, que de momento sepamos, un repaso de los males específicos dejados por los socialistas asturianos en el ultimo Gobierno del Principado, lo que unido al desastre a nivel nacional de la época socialista tiene la más terrible de las consecuencias: el año que viene Asturias llegará a los 110.000 parados.

Queridos lectores, esta es la herencia del PSOE asturiano. Prevaricaciones, cohechos, despilfarros de caudales públicos, sueños de grandeza y obras faraónicas. Un Gobierno preocupado sólo por temas populistas y mediáticos, en vez de por el futuro de los asturianos. ¿Es esto lo que quieren los asturianos? Por favor, ¡no! Con ellos la intervención del Estado estará asegurada. Sin ellos, saldremos adelante. Con sangre, sudor y lágrimas, pero saldremos. Con una Asturias más realista, más austera y más preparada para afrontar el esfuerzo que se requiere en esta terrible situación.