Oviedo / Santander,

L. Á. VEGA / Agencias

El presidente de Feve, Marcelino Oreja, defendió ayer en Santander la integración de esta empresa con Renfe y Adif, como la «única solución» para la compañía, y descartó que vaya a suponer destrucción de empleo. La integración es «una garantía de continuidad de la compañía, del servicio y de los trabajadores», según aseguró durante la presentación de la temporada del «Transcantábrico de lujo». Oreja adelantó además que, en el Consejo de Ministros de hoy, viernes, el Gobierno aprobará un decreto que detallará las condiciones de la integración, y que las negociaciones se harán de «forma ordenada y dialogando con los sindicatos», por lo que considera que esta decisión «no debe ser motivo de preocupación».

El caso es que el anuncio sí que ha preocupado a los trabajadores, que exigen que el proceso se realice de forma consensuada con los agentes sociales, manteniendo el empleo y la integridad del servicio incrementando las inversiones. El comité de empresa de Feve Asturias culpó de la situación a la «nefasta gestión» del anterior presidente, el socialista Ángel Villalba.

«Se hicieron inversiones que no eran necesarias para la explotación, como el tren de hidrógeno. Se compraron unidades que no eran las mejores y que hubo que adaptar al ancho métrico, con un sobrecoste. Pero, principalmente, se permitió que la empresa, que tenía una deuda de 180 millones en 2000-2004, siguiese endeudándose, de forma que el pasivo asciende ahora a 600 millones», indicó el presidente del Comité, Jorge Luis Fernández Peláez. «A esta situación no se llega ni por casualidad, ni por causa de los trabajadores», añadió.

Los trabajadores no entienden la forma en que se ha anunciado la fusión. «Un día antes, se nombró un nuevo equipo y el presidente nos anunció un plan de viabilidad para julio. Ni una palabra de la fusión. O nos engañó o lo engañaron a él», indicó Fernández. Los trabajadores no sólo temen por sus empleos, sino por una reducción de las frecuencias entre las alas de la región y el centro, lo que crearía «ciudadanos de primera y de segunda».

Las palabras del presidente de Feve y del comité llegan un día después de la visita de la ministra de Fomento a los túneles de la variante de Pajares. Ana Pastor no hizo referencia a la fusión, ni tampoco apuntó plazos para la llegada del AVE, lo que ha valido las críticas de PSOE e IU. El secretario de organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, opinó que la visita tuvo carácter «técnico» y podría haberla realizado cualquier ingeniero. Aseguró que el PP, en la oposición, siempre exigía que se precisasen los plazos de las obras. Sin embargo, «la Ministra ha dado la callada por respuesta». Calificó además de «grave» que Pastor no fuese recibida ni por el presidente del Principado ni por la consejera de Fomento, «una prueba más de que la derecha se lleva muy mal en Asturias». El diputado regional de IU Aurelio Martín calificó, por su parte, de «tomadura de pelo» que la Ministra no diese plazos para el AVE.

El PP, por su parte, defendió la visita. La senadora Laura Sampedro indicó que demuestra su compromiso con Asturias. Añadió que, a diferencia del PSOE, que jamás creyó en la variante de Pajares, Pastor considera esta obra vital y prioritaria. Afirmó que fue un Gobierno del PP el que empezó la obra y será un Gobierno popular, el de Rajoy, el que la acabe. Para Sampedro, el PSOE daba plazos de la obra pero no se concretaban. E indicó que las inversiones en Asturias se han incrementado un 38 por ciento.

Además, el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, calificó de «productiva» la visita. «Veo una firme decisión de que la Autovía del Cantábrico esté terminada a finales de 2013. Pronto podremos abrir el tramo Muros-Las Dueñas, que acabará con los atascos de Muros, y en otoño esperamos que esté funcionando Llanes-Pendueles. Las garantías con respecto al AVE son todas», indicó De Lorenzo.