El viceconsejero de Infraestructuras, Juan Vega, acaba de aparecer en escena electoral para hacerse la foto con los expropiados por Sogepsa, abrazarse entusiasta a su causa y anunciar una supuesta investigación en esta sociedad urbanística con mayoría de capital público. Dice que quiere saber qué pasó cuando las «expropiaciones masivas» del consejero socialista González Buendía.

Las declaraciones de Vega fueron un tráfago de contradicciones fruto de una lógica emocional, por decirlo de manera piadosa. De todas sus afirmaciones -ya digo, hay que hacer espeleología lingüística para saber qué quiso decir- lo único que cabría suponer es que el Gobierno de Cascos lleva meses investigando lo que hicieron los socialistas en Sogepsa. Lo dice ahora, semanas después de que este periódico desvelase justo los casos sobre los que, al parecer, indaga el Principado. No obstante, Vega dice con la boca que investiga, pero con la mano vota para que Sogepsa denuncie a este diario por investigar. Boca y mano no se coordinan.

El Viceconsejero dice que conduce sus pesquisas de manera «diligente y discreta», pero cabe preguntarse si tanto misterio detectivesco, tanto oficio de sombras, es el modo adecuado de comportarse de un cargo público y, en especial, de los cargos de su partido. No olvidemos que ellos llegaron, según propia confesión, para refundar los caducos modos de hacer política, lo mismo que un día Sarkozy anunció al mundo que iba a refundar el capitalismo. Y miren en qué paró aquel delirio bonapartista. El de Sarkozy, queremos decir.

Si realmente Vega está levantando alfombras, debería hacerlo a los ojos del mundo. El Principado y todo lo que de una u otra manera tiene participación pública han de ser una casa transparente. Así que los ciudadanos estamos a la espera de explicaciones.

Ya que se remangó a pasar la aspiradora, y para que no pensemos que iba a farol, Juan Vega tiene ahora la obligación de llevar a último término su papel de «Don Limpio» de la política asturiana y, si encuentra suciedades, presentarlas en un Juzgado. Pero si no las encuentra, comparecer con el mismo ímpetu para dar cuenta. Porque, de lo contrario, va a parecer que se arrimó a los expropiados de Sogepsa sólo para expropiarles con malas artes sus votos.