Oviedo, M. J. IGLESIAS

El aumento progresivo de la población de osos que emplea los corredores de paso entre Asturias y León hace necesario mejorar las condiciones de seguridad de la autopista del Huerna (AP-66), que une ambas comunidades, por el alto riesgo de que los ejemplares salten el vallado actual de la carretera, de 1,5 metros de altura, que según Guillermo Palomero, de la Fundación Oso Pardo (FOP), resulta «claramente insuficiente» y debe elevarse hasta 2,10 metros.

Los osos cantábricos se reparten actualmente en dos subpoblaciones aisladas genéticamente y separadas físicamente, al menos desde mediados del siglo XX, por una zona conocida como corredor interpoblacional, de unos 50 kilómetros de anchura, que abarca siete municipios leoneses y los asturianos de Lena y Aller. El territorio está afectado por importantes infraestructuras de comunicación como la autopista, líneas de ferrocarril, embalses, varios núcleos de población, las estaciones invernales de San Isidro y Fuentes de Invierno y actividades que condicionan el tránsito de los animales.

La conclusión se desprende de los resultados del informe Layman que recoge las actuaciones del Proyecto «Life-Corredores Oso», desarrollado entre 2009 y 2011 por la Fundación Oso Pardo (FOP) con el objeto de favorecer la conectividad entre las dos subpoblaciones de oso pardo cantábrico -oriental y occidental- y reforzar el papel como corredor del área de Leitariegos, entre las zonas asturiana y leonesa. En los tres años de duración del proyecto se han detectado 46 pasos de oso, que suponen un notable incremento frente a épocas anteriores, en las que apenas se tenía constancia de presencia osera. El hecho, unido al paulatino crecimiento de la población, sobre todo en el área occidental hace que los expertos estimen prioritario acondicionar los lugares de paso más empleados por los plantígrados como túneles y viaductos. Palomero explicó que el tránsito de osos por los corredores es constante. Tres machos del Oriente pasaron al Occidente y uno del Occidente fue al área oriental. Palomero considera que es consecuencia lógica de la evolución de la población de osos, que se ha duplicado en quince años y supera los doscientos ejemplares. De ellos, unos 180 pertenecen al Occidente, donde las condiciones de habitabilidad son mejores y la comida más abundante.

El proyecto «Life-Corredores Oso» ha sido desarrollado entre 2009 y 2011 por la Fundación Oso Pardo (FOP). Ha contado con la cofinanciación de la Fundación Biodiversidad y Obra Social de Cataluña Caixa y con la colaboración de los doce ayuntamientos implicados, la Junta de Castilla y León y el Principado de Asturias), con territorio en cada uno de los dos corredores. El proyecto se ha realizado en dos áreas: el corredor interpoblacional y el corredor de Leitariegos, ambas entre las provincias de Asturias y León. En el interpoblacional se incluye Hoces de Vegacervera, Montaña Central de León, Valle de San Emiliano, Peña Ubiña, Valgrande y Aller-Lena. El corredor de Leitariegos incluye Fuentes del Narcea y del Ibias y alto Sil.