Gijón, Juan A. ARDURA

La «historia viva» del socialismo español, Felipe González, y Alfredo Pérez Rubalcaba respaldaron ayer, en Gijón, el «gobierno prudente y moderado» que promete Javier Fernández frente «al desgobierno» en el que Francisco Álvarez-Cascos y la derecha «han sumido a Asturias en los últimos meses». Los dos líderes del PSOE reunieron en el Palacio de los Deportes de La Guía a unos cinco mil militantes y simpatizantes que caldearon el ambiente en el mitin más concurrido de la campaña autonómica más «minimalista» de los últimos tiempos, en cuanto a actos públicos se refiere.

Rubalcaba y González coincidieron en la crítica y los reproches al «desgobierno» de Francisco Álvarez-Cascos. El tono más mitinero lo puso el secretario general del PSOE. «Os veo, lo veo y os siento, vamos a ganar las elecciones», arengó Rubalcaba nada más iniciar su discurso, al que respondieron a coro miembros de las Juventudes Socialistas con un «ista, ista, ista, Asturias socialista». Rubalcaba no tuvo reparos en reconocer ayer su condición de «telonero» de Felipe González, a quien atribuyó la creación del Estado del bienestar en España, y de Javier Fernández, «lo mejor que tenemos en el partido para Asturias». El secretario general del PSOE repartió críticas a partes iguales entre el PP y Foro. «Están haciendo un ajuste de cuentas con el Estado de bienestar», reprochó a los gobiernos populares, mientras que a Cascos le acusó de «desgobernar Asturias en los últimos nueve meses». Rubalcaba recalcó que foristas y populares «no son una derecha distinta, son lo mismo, no les costó nada ponerse de acuerdo en una reforma laboral que da libertad para despedir».

«Piensan lo mismo, dicen lo mismo y votan lo mismo; se pelean por ver quién manda. Pero en Asturias mandan los asturianos, y los asturianos el domingo les van a mandar a la oposición para que arreglen allí sus líos», aventuró un Alfredo Pérez Rubalcaba, que contraatacó con el «gobierno serio, solvente, seguro y con sensibilidad social de Javier Fernández, el mejor de los nuestros». El secretario general acabó pidiendo «trabajo, trabajo, trabajo y trabajo» hasta la cita del domingo con las urnas para ganar la Presidencia del Principado «porque nunca nos han regalado nada».

Felipe González, el ex presidente del Gobierno, ofreció un estilo menos mitinero, más próximo al de un catedrático universitario en clase que al de un político en campaña. Animó a los socialistas asturianos a aprovechar la oportunidad de estas segundas elecciones autonómicas en diez meses. «La democracia no garantiza el buen gobierno, sólo garantiza que podemos quitarnos de encima el gobierno que no gobierna y no nos gusta. Hagámoslo el domingo», planteó un Felipe González que sólo aludió a Cascos, y sin nombrarlo, una vez en su media hora de intervención. «Asturias está sin gobierno. ¿Quién tiene la culpa? El que desgobierna Asturias, por mucho que hable de pinzas», diagnosticó un González, escuchado atentamente por los asistentes, que reivindicó «el gobierno serio» de Javier Fernández. González dedicó la mayor parte de su discurso a analizar la crisis y la falta de respuesta y de liderazgo en Europa. «Hace falta un gobierno económico, necesitamos federalizar Europa y superar las obsesiones de Angela Merkel», afirmó el ex presidente, que reprochó «la obsesión» de José Luis Rodríguez Zapatero por rebajar la prima de riesgo. Y cuestionó la reforma laboral del PP: «lo que necesitamos es aumentar la productividad y la competitividad y generar empleo y consumo; de lo contrario puede que ellos se pongan sanos pero con la gente y la economía productiva muertos y desde los cementerios no se pagan deudas».