Oviedo, Pablo GALLEGO

Como en el fútbol, en el maratón de reuniones -desde las diez de la mañana hasta las ocho y media de la tarde, con pausas para el avituallamiento- que ayer se celebró en la Junta General del Principado no todos los encuentros tenían la misma rivalidad ni el mismo interés. Como en el fútbol. En dos de ellos -en los que el candidato de UPyD, Ignacio Prendes, se reunió con el secretario general de los socialistas asturianos, Javier Fernández, y con el líder de Foro, Francisco Álvarez-Cascos- comenzaba a decidirse la liga, con la Presidencia del Principado como trofeo final. En los otros tres, en la zona media-baja de la tabla, la conversación sirvió para confirmar lo que ambas partes sabían: que las diferencias eran irreconciliables y que los partidos en liza no se jugaban nada.

El primero de ellos fue el encuentro entre Álvarez-Cascos y el coordinador de Izquierda Unida en Asturias, Jesús Iglesias. Como el encuentro entre Prendes y Fernández, el primero de la mañana, no había finalizado todavía, la cita se trasladó a la planta baja del Parlamento regional. Aunque la posibilidad de acuerdos puntuales -como la composición de la Mesa de la Junta, en la que ahora no está IU- era posible, Iglesias reconoció que sus diferencias «hacen imposible cualquier tipo de aproximación». Respecto al pacto con el PSOE, el líder de IU advirtió que aún faltaba por fijar el pacto de mínimos para votar a favor de Javier Fernández en la sesión de investidura, y que tratar con UPyD no era problema suyo. Tanto es así que ni llegaron a reunirse.

Superado el encuentro entre los líderes de socialistas y populares, Mercedes Fernández señaló que era demasiado pronto para pedirle un avance sobre el final del partido que, desde hace meses, enfrenta al PP con Foro. «Vamos a respetar los tiempos, porque siendo respetuosa se abren puertas y no se cierra», contestó, antes de irse por la banda. Terminada, con la cita entre Cascos y Javier Fernández, la primera ronda, ambos candidatos acordaron intensificar los encuentros la próxima semana. Sobre todo, con aquellos capaces de darles los votos decisivos.