Oviedo, M. J. IGLESIAS

Cáritas, el brazo social de la Iglesia católica, desarrollará nuevos proyectos en Asturias destinados a crear empleo entre los colectivos más desfavorecidos. La organización que dirige Adolfo Rivas presentará mañana en Oviedo las nuevas iniciativas empresariales de Cáritas, que se moverán en sectores como el catering y el textil.

Fuentes de Cáritas precisaron que, aunque no pretenden la creación masiva de puestos de trabajo, sí tratarán de aliviar en la medida de lo posible la situación dramática que viven las personas en riesgo de exclusión, cada vez más por el aumento del paro, que en la región roza ya los 100.000 asturianos. Con la nueva iniciativa, Cáritas da un paso más y, además de ayudar a paliar necesidades básicas, también se convertirá en «empresaria». En la actualidad la organización atiende a 40.000 personas en la región. Uno de los precedentes de la nueva vertiente de trabajo de Cáritas es la actividad que en breve se espera que empiece a desarrolla la entidad en el nuevo equipamiento sociosanitario de El Natahoyo, en Gijón. Se trata de un proyecto de formación laboral relacionado con la hostelería destinado a personas en riesgo de exclusión social, que fue anunciado en el mes de febrero. En las cocinas del equipamiento de este nuevo espacio se prestará servicio de «catering» a los centros sociales de Cáritas en Asturias.

A la organización, nutrida de voluntarios, le preocupa que uno de los principales efectos sociales de la crisis sea el aumento del número de parados que demandan algún tipo de ayuda. Por eso, la cuestación del domingo en las parroquias de la región revertirá en el trabajo desarrollado al acoger y acompañar a las personas desempleadas en su proceso de inserción laboral. Así lo anunciaron los sacerdotes asturianos en sus homilías el pasado domingo. La gran mayoría de los casos de desempleados atendidos son personas con cargas familiares. En los últimos años, Cáritas ha registrado un repunte de españoles que demandan su ayuda. En la asamblea general de Cáritas celebrada el pasado 17 de marzo en Oviedo, los responsables de la entidad reconocieron que la entidad se ve desbordada por las peticiones de ayuda.

El informe sobre exclusión y desarrollo social elaborado por esta organización de la Iglesia católica recalca que el 22% de los hogares españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. En Asturias el índice es algo más bajo, porque los principales aumentos de las bolsas de miseria se localizan en el sudeste peninsular.