Oviedo, J. A. ARDURA

Dos mil funcionarios se movilizaron ayer en las calles de Oviedo contra los recortes y el «tijeretazo» al empleo público, y emplazaron al nuevo Gobierno regional, que preside Javier Fernández, a negociar los ajustes para que no afecten a la prestación de los servicios públicos esenciales.

Una pancarta que rezaba «por la defensa de los servicios públicos, contra los recortes» abrió la manifestación, que partió de la estación ferroviaria para concluir ante la Delegación del Gobierno, previo paso por la sede la presidencia regional. La marcha, que se prolongó por espacio de una hora, estuvo acompañada de manera permanente por el sonido de sirenas. No hubo consignas, ni cánticos. Sólo ruido de sirenas, que alertaban sobre «los recortes brutales , nunca visto antes», que el profesor Milio Rodríguez Cueto denunció desde el atril ubicado en la plaza de España.

La primera manifestación convocada por todos los sindicatos del Principado, catorce de distintos sectores, reflejaba en las consignas de distintas pancartas las principales preocupaciones de los funcionarios y empleados públicos que trabajan para la administración regional. «Escuela pública, de todos y para todos», «sanidad pública, universal y gratuita», «no a la amortización de plazas» o «encierro de interinos, en lucha», eran los lemas que más se repetían en una manifestación en la que cuando la cabecera llegaba a las inmediaciones de la presidencia regional, la cola iba por la intersección de la calle Uría con Conde Toreno.

Los catorce sindicatos convocantes -ANPE, UGT, SUATEA, CC OO, SATSE, USAE, CSIF, SIMPA, USO, STAJ, USIPA, CSI, SICEPA, y SIPU- coincidieron en denunciar la parálisis que ha marcado a la Administración asturiana durante el último año, que coincidión con el anterior Gobierno regional de Francisco Álvarez-Cascos. «La inestabilidad política, la paralización de la actuación de la Administración asturiana, la falta de negociación en todos los ámbitos y las graves amenazas al empleo y al mantenimiento del servicio público son hechos que cada día generan mayor incertidumbre entre el personal público», manifestó Rodríguez Cueto en el comunicado que remató la manifestación, en el que los convocantes también emplazaron al nuevo Ejecutivo regional a constituir las mesas de negociación «para conocer los planes que afectan a nuestros trabajadores». Los sindicatos alertaron de que los recortes «pueden suponer la pérdida de hasta 6.000 puestos de personal interino» y advirtieron al Ejecutivo regional que «no pueden servir de excusa las directrices impuestas por organismos internacionales ajenos a las intereses de la gente». La manifestación acabó con un grito de «ánimo y con la cabeza bien alta».