Santo Adriano,

A. B. C.

La crisis también afecta a «Paca», a «Tola» y a su compañero, el cántabro «Furaco». La Fundación Oso de Asturias (FOA), que es la entidad encargada del cuidado de estos emblemáticos animales, inició el pasado agosto un expediente de regulación de empleo que se ha traducido en una disminución de horas en la jornada laboral de su plantilla. La medida conlleva una merma de los cuidados habituales que reciben los plantígrados más famosos de la región.

La Fundación que dirige Carlos Zapico se ha visto obligada a aplicar un expediente de regulación de empleo, después de que se le recortase su presupuesto anual, que pasa de los 300.000 euros que venía recibiendo de media en los últimos años a poco más de 200.000, a causa de un tijeretazo del 20% en la subvención que recibe del Principado. Además, también debido a las estrecheces económicas, la entidad que cuida de «Paca» y «Tola» ha sido abandonada por algunos patronos, como es el caso de Hunosa, mientras que otros han decidido reducir sus aportaciones.

La situación también afecta a la Casa del Oso de Proaza, sede de una completa y muy visitada exposición sobre el oso pardo y los problemas que plantea su conservación en la cordillera Cantábrica. La instalación ha reducido el horario habitual de apertura y cierra sus puertas al público los lunes y los martes, ante la falta de personal para atenderla.