Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

El declive del tren de cercanías en Asturias no es algo privativo de Feve. También afecta, y mucho, a Renfe. Esta operadora ferroviaria cerró 2011 en el Principado con 1,6 millones de viajeros menos de los que sumó en 2008, el primer año de la crisis económica. De ese total, 600.000 usuarios se bajaron de los trenes de cercanías de Renfe a lo largo de 2011, coincidiendo con el traslado de la estación de Gijón desde la plaza del Humedal a la calle Sanz Crespo. Se trata de una medida que también ha afectado negativamente a Feve. Según los datos facilitados por el comité de empresa de la compañía de vía estrecha, sus dos líneas de cercanías de Gijón perdieron el año pasado 190.081 usuarios, lo que supone el 70,86 por ciento de los 268.247 que se dejó en el conjunto de Asturias.

Los servicios de cercanías de Renfe en Asturias cerraron el ejercicio de 2008 con un total de 9,4 millones de viajeros, de acuerdo con la estadística que la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI) realiza a partir de los datos facilitados por la empresa. Pues bien, esa cifra se redujo a 9,1 millones en 2009 y cayó a 8,4 al año siguiente. El pasado ejercicio, los cercanías de Renfe en la región fueron utilizados por 7,8 millones de pasajeros, según los datos de SADEI, lo que confirma una pérdida de 1,6 millones de clientes en el cuatrienio, un 17%, y de 600.000 en un año. Por lo que se refiere a Feve, la operadora, que está en mínimos históricos y con una deuda de más de 500 millones de euros, tuvo el pasado año dos millones de clientes menos que en 2005.

Además de la crisis económica, los factores que pueden explicar la relevante caída del pasaje en las cercanías de Renfe son la pérdida de centralidad de la estación de Gijón y, también, la reducida velocidad comercial de los servicios, algo que los expertos consideran clave para que el tren pierda viajeros, sobre todo en los itinerarios que unen las principales ciudades asturianas. Viajar entre Oviedo y Gijón en un tren de Renfe, que ofrece salidas cada media hora, ocupa unos 36 minutos, lo que da una velocidad media de 53 kilómetros a la hora. Podría mejorarse con la potenciación de los servicios semidirectos, que ahora tardan unos 27 minutos, pero se limitan a las horas punta y, además, son escasos, o la puesta en marcha de trenes que no hagan paradas intermedias. El plan inicial del metrotrén incluía un impulso a esta clase de servicios, con salidas cada cuarto de hora y viajes de tan sólo 17 minutos. En la actualidad, Alsa fleta autobuses cada diez minutos que tardan media hora en cubrir el trazado Oviedo-Gijón.

A nivel nacional, Renfe tiene unas pérdidas de 3,6 millones anuales y cada pasajero que se sube a sus convoyes genera un coste a los Presupuestos del Estado de 130 euros. La operadora sumó el pasado ejercicio 468 millones de viajeros en España y transportó 17 millones de toneladas de mercancías.

Ante los números rojos y las pérdidas de viajeros en las operadoras, el Ministerio de Fomento impulsa un plan de reordenación ferroviaria, que consiste en la integración de Feve en Renfe y en el ADIF. El proceso, ya en marcha, culminará el 1 de enero de 2013 y podría conllevar la supresión de decenas de frecuencias en la programación de la compañía de vía estrecha.

Los sindicatos ferroviarios han convocado para hoy una jornada de huelga que no conllevará la supresión de ninguno de los servicios de Alvia entre Asturias y la Meseta. Por el contrario, sí que obliga a suspender cuatro convoyes de la línea León-Gijón y a atrasar hasta después de medianoche el tren-hotel Barcelona-Gijón, con salida prevista inicialmente para las 21.10 horas.

En los trenes de cercanías de Renfe, los servicios mínimos en horas punta oscilarán entre el 73,3 y el 76,9%, según las líneas, mientras que en el resto del día las frecuencias se reducirán al 50%, según el decreto de servicios mínimos. En las cercanías de Feve está prevista la circulación de 73 servicios, el 23,8% de lo habitual.