La escena se repite sistemáticamente cada vez que uno de los habitantes de la casa entra en el salón. «¿Cantamos?», dice una voz aguda con una pronunciación impecable desde la aparatosa jaula acomodada cerca de la ventana. El que hace la pregunta insistentemente es «Eco», un loro amazonas aestiva. Uno más en la familia Alonso Virgós desde hace 3 años.

«Eco» se ha convertido en la atracción de esta familia de La Fresneda. Sus canciones son un éxito que traspasa fronteras. No pocos han sido los vecinos de la urbanización que se han presentado en el domicilio a ver a «Eco» en plena acción, pero ha sido internet el que le ha dado el impulso definitivo: sus vídeos en Youtube son un fenómeno. La cuenta «ecoyflipa» empieza a ser un «boom» mediático.

Entre la lista de grandes éxitos del ave destacan dos temas. El «Asturias patria querida» es uno de los favoritos de «Eco», que siempre exige los temas que se van a cantar pronunciando la primera sílaba de la canción. Pero el «single» que le ha dado las mayores cotas de fama es «Olvídame y pega la vuelta», el clásico de «Pimpinela». El vídeo del loro interpretando la famosa canción ya suma más de 90.300 visitas en Youtube.

«Ya habíamos tenido otro loro, así que para los Reyes de 2010 decidimos regalarle a mi padre uno», relata Carlos, uno de los dueños de «Eco», aunque el loro tenga otra visión de la situación. «No nos ve como sus dueños, sino como su familia. Es una de las consecuencias de ser un loro papillero», explica Carlos. Los loros papilleros son aquellos que han sido criados desde su nacimiento por una mano humana, no por su madre. Los loros de esta naturaleza no sólo agradecen el contacto humano sino que lo buscan y lo necesitan.

Carlos, su hermana Lucía y su madre, Araceli, compraron el loro a una mujer de Córdoba que lo crio los primeros 6 meses. Para entonces ya había aprendido a decir «¡Hola amor!». La integración de «Eco» fue rápida. «Es muy competitivo. Si yo me pongo a cantar, él trata de hacerlo más alto para ganarme», comenta Carlos. A «Eco» tampoco le gusta que le hagan sombra. Los partidos del Barça o las carreras de Fernando Alonso, con la familia pendiente del televisor, son sus momentos preferidos para entonar sus temas. «Alguna vez, para llamar nuestra atención cuando no estamos en el salón, grita "¡Gol!" para que vayamos a verlo», aseguran sus dueños.

La presencia de «Eco» en la casa ya ha dado para más de una anécdota. Hace unos meses un fornido escayolista acudió a la casa familiar a hacer unas obras en la chimenea. A «Eco» le cayó bien desde el primer momento. «¡Hola pequeñín!», le espetó a modo de recibimiento. Algunas semanas después de las obras, el escayolista tuvo que llevar a su mujer al domicilio de La Fresneda para que se creyera las historias que le había contado a la vuelta del trabajo.

«Eco», alegre y juguetón, con una curiosa habilidad para desatornillar cerraduras, saluda cortésmente a todo aquel que le visita y se posa en su mano. Su carrera como artista acaba de empezar pero su trabajo no se detiene. Los ensayos se suceden en los últimos días para sacar adelante una versión que amenaza con paralizar la red: el «Como una ola» de Rocío Jurado.