Oviedo, Álvaro FAES

Después de nueve meses al frente del Partido Popular asturiano, Mercedes Fernández (Gijón, 1960) renovó y legitimó su presidencia con un apoyo del 84,4% en el primer congreso al que se sometió. Satisfecha por el respaldo obtenido, la dicha de la líder popular no es completa.

Tiene un asunto de compleja solución con la contestación que encuentra en las filas de su partido en Gijón. Con la presidenta local, Pilar Fernández Pardo, la ruptura es absoluta, pero confía en que los miembros del nuevo comité ejecutivo con carné en la ciudad la ayuden a salir del atolladero. Una opción que no descarta es la de montar una gestora que controle la agrupación.

Superado el cónclave regional, llega el momento de elegir a los líderes de cada junta local. El objetivo de Mercedes Fernández es resolver la situación con el menor daño posible, pero sin demorarlo en el tiempo, pues pretende llegar con el PP unido a las próximas elecciones, dentro de dos años y medio.

Fernández explica que con Cascos dejó de "crecer" políticamente "porque había que ir cuatro pasos por detrás de él" y apostilla: "ya está bien de que cuando vamos a remontar aparezca siempre el mismo y lo impida". En una entrevista que se publica hoy en la edición impresa de LA NUEVA ESPAÑA y que se puede leer completa en Orbyt, la líder del PP asturiano también habla de los que hasta ahora fueron los hombres fuertes de la formación. "Rozada, Ovidio Sánchez y De Lorenzo tienen mucho que decir en el Partido Popular", dice. Respecto al alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo anuncia que le brindará su apoyo si opta a presidir el PP de Oviedo.

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