Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

«Nos resignamos a que llueva, a convivir con la lluvia, pero no a las inundaciones», advirtió ayer el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo. Frente a la filosofía del anterior equipo de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHN) -defensor de que Asturias debería acostumbrarse a convivir con las grandes avenidas fluviales tratando, todo lo más, de minimizar el impacto-, el actual presidente, Ramón Maqueda, anunció ayer que este organismo está trabajando en la búsqueda de soluciones definitivas para las principales zonas inundables del Principado. Además, se comprometió a presentar, antes del próximo verano, las primeras propuestas de actuación, entre ellas las de Arriondas y Bueño. Se trata de dos de las localidades más afectadas por las últimas inundaciones y en las que más riesgo hay de que se vuelvan a registrar problemas, pese a las actuaciones de emergencia que ha desarrollado la Confederación, con una inversión de 3,2 millones de euros.

Según precisó Maqueda, la CHC tiene un equipo integrado por 16 personas que, con la colaboración del Centro Nacional de Estudios Hidrográficos, está trabajando ya en la búsqueda de soluciones para acabar con el riesgo de inundaciones a causa de grandes avenidas fluviales. Aunque antes del verano ya se presentarán los primeros planes, los estudios se desarrollarán a lo largo de tres años. La intención de la Confederación es que, una vez realizado el diagnóstico de cada zona, se pueda plantear una solución concreta, que será presentada al ayuntamiento afectado y a los vecinos. Con las aportaciones realizadas por todas las partes, se procederá a la redacción del proyecto definitivo y a buscar la financiación.

La Confederación Hidrográfica cuenta con una potente herramienta informática para diagnosticar las causas de las inundaciones. Así, gracias a este programa, al trabajo de campo y al estudio de todo tipo de datos, el director técnico del organismo, Manuel Fernández, ya adelantó ayer que, en el caso de Arriondas, se actuará en cinco puntos. Se trata de los puentes sobre los ríos Chico, Sella y Piloña, de la curva del Instituto de Educación Secundaria (IES) y de la curva de Ricao, un enclave situado aguas abajo de la capital parraguesa. Según Fernández, los problemas con las riadas en Arriondas, que han amenazado seriamente al Hospital del Oriente, construido en una zona inundable, «tienen solución».

De Lorenzo, que destacó que la anterior dirección de la Hidrográfica no dejó proyectos contra grandes avenidas de agua, reunió ayer en la sede de la Delegación del Gobierno a representantes de la mayor parte de los 18 ayuntamientos en los que se han realizado las 45 actuaciones de emergencia acordadas tras las graves inundaciones del pasado mes de febrero. Los trabajos, que se desarrollaron a partir del mes de mayo y que, en su mayoría, ya están concluidos, consistieron fundamentalmente en la apertura de los cauces fluviales para dar más salida al agua. Maqueda subrayó que se trata de soluciones parciales, que no dan respuesta definitiva al problema, a la espera de que estén listos los proyectos para cada área afectada por las avenidas. «Son medidas paliativas, sobre todo para corregir daños», explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica.

Los 3,2 millones de euros aportados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sirvieron para mejorar diversos cauces fluviales en las localidades de Trubia, Bueño, Argame, Moreda, Soto de Aller, Espineo, Peñarrubia, Triongo, Arriondas y Panes. Las nuevas inversiones llegarán a partir de 2013.